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279 CONDENADOS EN DINAMARCA POR AYUDAR A INMIGRANTES

Multan a una activista danesa por ayudar a una familia de refugiados a llegar a Suecia

La activista Lisbeth Zornig Andersen y su marido Mikael Rauno Lindholm están acusados de llevar en su coche a una familia siria desde la frontera con Alemania hasta Copenhague, por lo que tendrán que pagar una multa de 3.000 euros. Lindholm explica que a él también le acusan de haber ofrecido café y galletas a la familia y añade que llamó a la Policía para preguntar si lo que estaba haciendo era legal, pero un agente tan sólo le contestó que "era una buena pregunta".

La escritora y activista danesa Lisbeth Zornig Andersen tendrá que pagar una multa de unos 3.000 euros por haber ayudado a una familia de refugiados sirios a llegar a Suecia, a donde se dirigían, el año pasado, según ha informado la prensa danesa.

Tanto ella como su esposo, Mikael Rauno Lindholm, estaban acusados por llevar en su vehículo a una familia siria desde la frontera con Alemania hacia la capital, Copenhague, y desde allí a la estación de tren.

Lindholm, a quien también se le acusaba de haber ofrecido café y galletas a la misma familia y de comprarle los billetes a Suecia, ha sido multado con la misma cantidad, según recoge la corporación pública DR. "No soy ninguna delincuente, hice lo único decente que podía hacer", ha afirmado Zornig a la cadena DR Noticias.

Por su parte, su marido, según recoge la agencia Ritzau, ha asegurado al tribunal que llamó a la Policía para preguntar si lo que quería hacer estaba permitido por la ley, pero el agente le dijo que "era una buena pregunta" pero no supo contestarle.

Hasta el momento y según las estadísticas oficiales, 279 personas han sido condenadas en Dinamarca por ayudar a inmigrantes en sólo cinco meses, entre septiembre de 2015 y febrero de 2016, frente a los 140 que lo fueron en todo 2014.

El último caso que salió a la luz fue el de un varón de 41 años que decidió "de forma espontánea" trasladar a un grupo de cinco refugiados afganos desde la ciudad de Flensburgo, en el norte del país germano, hasta la ciudad portuaria danesa de Grenaa, un trayecto de unos 240 kilómetros. La multa fue entonces de 5.000 coronas, unos 670 euros.

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