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CERRARÁN MEZQUITAS QUE DIFUNDAN MENSAJES RADICALES

Musulmanes de Francia: “Esto no es nuestra religión. Es una barbaridad”

Los líderes religiosos de los musulmanes que viven en París han rendido homenaje este lunes a las víctimas de los atentados, y muchos de los practicantes del Islam se han unido en los minutos de silencio por los muertos que se han celebrado en varios puntos de la ciudad. El primer ministro, Manuel Valls, ha anunciado que se cerrarán las mezquitas donde se difundan mensajes radicales.

Dicen que están cansados, hartos de explicar que el Islam no es sinónimo de violencia. No quieren hablar con la prensa. Tienen miedo, reconocen, de que los periodistas les metan en el mismo saco que los terroristas.

“El Islam no es para matar a la gente. Eso no es nuestra religión”, asegura exaltado el dueño de una carnicería del barrio parisino de Barbés, uno de los distritos con mayor población musulmana de la capital francesa.

El dueño de uno de los muchos locutorios que hay en la zona explica que “el Islam es una religión de paz y de fraternidad. Lo que hemos visto nos ha destrozado. Esa gente no hace mas que barbaridades”.

En Francia viven entre 5 y 6 millones de musulmanes. La crisis, el paro y la discriminación son el caldo de cultivo perfecto para radicalizar a los más jóvenes. “Yo me pregunto muchas veces si ellos (los terroristas) entienden el Islam como nosotros o sus corazones son de piedra”, dice un residente de Barbés.

En París hay 25 mezquitas y cerca de 40 lugares registrados por las autoridades como espacios destinados al culto.  El problema es el mensaje de odio y venganza que difunden solo unos pocos, aunque el verdadero peligro, según los expertos, está en las redes sociales.

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