El estado del líder opositor ruso Alexéi Navalni ha experimentado una "cierta mejoría", pero continúa inestable, segñun han informado este viernes desde el Hospital de Urgencias Nº 1 de la ciudad siberiana de Omsk, donde el político está ingresado.
Ellos mismos aseguran que, tras haber sido hospitalizado supuestamente por envenenamiento, los análisis revelan que no habría sido envenenado, ya que no se han encontrado sustancias sospechosas ni en la orina ni en la sangre. Sin embargo, hay que recordar que la fuente de esta información es un hospital ruso y que no han dejado entrar al ver al paciente, que continúa en la Unidad de Cuidados Intensivos.
Enfermedad sospechosa
Cuando Navalni fue ingresado todo parecía indicar que había sido envenenado. De hecho, las imágenes de sus gritos de dolor en el avión fueron divulgados en redes sociales por un pasajero y han dado la vuelta al mundo.
Evacuado ya inconsciente del avión, Navalni estaba hasta hace unas horas entre la vida y la muerte en el hospital siberiano. A su mujer y a su médica personal no les han dejado verle argumentando que el enfermo no ha dado su consentimiento, algo difícil si está en coma. Su doctora tiene claro que ha sido envenenado a pesar de la versión oficial.
Mientras, el gobierno alemán se ha ofrecido a trasladarle a un hospital de Berlín, Un portavoz del Kremlin ha deseado una pronta recuperación a uno de sus mayores adversarios políticos.
El activista ruso ya sufrió una grave reacción alérgica hace un año mientras estaba en la cárcel. No es el primer enemigo del régimen presuntamente envenenado. El caso más célebre, el del exespía Alexander Litvinenko, que murió intoxicado tras ingerir Polonio, sustancia radiactiva, en un vaso de té.