Publicidad

EL CAMPO SIONISTA ALCANZA 24 ESCAÑOS, CINCO MENOS QUE EL LIKUD

Netanyahu gana las elecciones con claro margen de diferencia pero no logra mayoría

Netanyahu ha vuelto a ganar las elecciones en Israel. Su partido, el Likud, ha conseguido 29 escaños, lejísimos de la mayoría absoluta, por lo que esta madrugada ha pedido al resto de la derecha que se sume a un Gobierno que impida que Palestina se convierta en Estado. El laborista Isaac Herzog, con 5 escaños menos, no se rinde y cree que todavía es posible aglutinar una coalición de partidos que trabajen para alcanzar la paz con sus vecinos.

El partido nacionalista Likud, que preside el primer ministro Benjamín Netanyahu, ganó las elecciones celebradas este martes en Israel, por un claro margen de diferencia sobre la coalición de centro izquierda Campo Sionista, que encabeza el laborista Isaac Herzog.

Según los resultados oficiales difundidos esta madrugada por la Comisión Electoral, al terminar el escrutinio de casi el 100% de los votos emitidos, el Likud obtiene 29 escaños, y el Campo Sionista 24, resultado que revalidará a Netanyahu al frente del gobierno israelí por tercera vez consecutiva y cuarta en su carrera política.

Estos son los resultados al terminar el escrutinio, pendientes aún de los votos de militares y diplomáticos que pueden producir, en el mejor de los casos, reajustes muy puntuales de hasta un escaño:

Likud (derecha nacionalista): 29 escaños

Campo Sionista (centroizquierda): 24 escaños

Lista Común (minoría árabe): 14 escaños

Yesh Atid (centro): 11 escaños

Kulanu (centro-derecha): 10 escaños

Hogar Judío (ultranacionalistas): 8 escaños

Shas (ortodoxo sefardí): 7 escaños

Judaísmo Unido de la Torá (ortodoxo askenazí): 6 escaños

Israel Beitenu (ultranacionalista): 6 escaños

Méretz (socialdemócrata pacifista): 5 escaños

La segunda formación ultraortodoxa sefardí Yahad, escindida del Shas el año pasado bajo el mando del ex ministro Eli Yishai, se ha quedado a las puertas de la barrera del 3,25% de los votos que da acceso al Parlamento, lo que supone un duro golpe para esta comunidad que pierde con ello cinco escaños con respecto a la anterior legislatura.

Dada la gran fragmentación del Parlamento o Knéset, que consta de 120 escaños, para formar gobierno se requiere el apoyo de al menos 61 diputados.

Cuando los sondeos a pie de urna hablaban de un empate técnico, el primer ministro enumeró que convocará a su ejecutivo a todos los partidos de la derecha y a los ultraortodoxos, con los que alcanzará una mayoría estable de 67 escaños.

Publicidad