El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha dado orden al Ejército de comenzar la ofensiva terrestre sobre la Franja de Gaza, según un comunicado oficial. Poco antes, nada más ponerse el sol, los cazabombarderos y buques israelíes redoblaban su ofensiva contra las ciudades del norte y el este de la franja, en particular Beir Hanun, Beit Lahia y Zaitum. Algunos proyectiles incluso han impactado en los alrededores de un hospital financiado por la UE.
En esas localidades viven cerca de 200.000 personas, una parte de las cuales han buscado refugio en escuelas, especialmente las gestionadas por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (UNRWA).
Fuentes cercanas al movimiento islamista Hamás (que controla la franja desde junio de 2007), más de una decena de misiles han caído a estas horas en los alrededores del hospital de discapacitados de Wafa, financiado por la Unión Europea, y en el que hay una decena de extranjeros como escudos humanos.
Por su parte, Israel asegura que en este edificio, uno de los más cercanos a su frontera, se ocultan milicianos de Hamás, silos de cohetes y túneles que conducen a las lanzaderas de cohetes.
Hasta el momento, en lo que va de ataques han muerto cuatro niños, tres en Gaza y uno en Jan Yunis, precisamente una de las zonas más castigadas del sur junto a Rafah, en la frontera de Egipto, que siguen recibiendo bombardeos.
Según cifras palestinas, cerca de 240 personas han muerto en la actual ofensiva israelí, la mayor parte de ellas civiles, 49 niños, y un ciudadano israelí.
Las milicias palestinas, por su parte, han lanzado más de un centenar de cohetes desde que concluyese la tregua sin que hayan causado víctimas en territorio israelí.
Se cierra así un día con una breve tregua humanitaria, en la que los gazatíes aprovecharon para abastecerse. Por su parte, el Ejército israelí y las milicias islamistas palestinas han reanudado su intercambio bélico, que en apenas unas horas ha costado la vida a otros cuatro niños.
