Una niña de seis años abrió una felicitación navideña que había comprado en el supermercado Tesco y encontró un aterrador mensajes que decía: "Somos prisioneros extranjeros en la prisión de Shanghai Qinqpu China. Obligado a trabajar en contra de nuestra voluntad. Ayúdenos y notifique a la organización de derechos humanos".
Tesco ha comunicado que están "conmocionados" por los informes y ha añadido que "nunca permitiríamos el trabajo penitenciario en nuestra cadena de suministro".
Un portavoz del supermercado confirmó a Metro.co.uk que la compañía había suspendido las operaciones en las instalaciones y comenzó una investigación. Además de informar de que "si un proveedor incumple estas reglas, las eliminaremos de la lista de forma inmediata y permanente".
El supermercado ha señalado que están "comprometidos con la transparencia y con los derechos humanos".