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EN NUEVO MÉXICO
Un niño de 13 años denuncia ante el FBI que el novio de su madre le entrenaba para hacer la 'yihad'
El niño relató a los agentes que el novio de su madre quería "formar un Ejército" y que para ello les entrenó en el uso de fuego y el combate mano a mano. Además les enseñó también que "hacer la yihad" implicaba matar a infieles en nombre de Ala.
Un menor de 13 años que formaba parte del grupo arrestado el mes pasado en el estado norteamericano de Nuevo México que formaba parte de un grupo supuestamente terrorista ha declarado ante agentes del FBI que el novio de su madre estaba entrenándole para que participase en la 'yihad' contra los infieles, según registran documentos federales.
El menor se encontraba en un grupo de 11 niños y cinco adultos que vivían en el condado de Taos, en Nuevo México, después de que las autoridades policiales descubriesen que vivían en un local sin agua corriente ni apenas comida.
En el lugar donde fueron encontrados se encontró el cuerpo sin vida de un niño de tres años que había sido enterrado.
En un principio tenían que hacer frente a numerosos cargos civiles, pero este viernes, los cinco adultos, incluida una mujer de 35 años que parece ser la líder del grupo, fueron arrestado por el FBI, acusados de conspiración y tenencia ilegal de armas.
De acuerdo con el FBI, el joven de 13 años ha declarado que el novio de su madre, Siraj Ibn Wahhaj, de 40 años, quería "formar un Ejército" con los menores y entrenarles para ser yihadistas.
Según el joven, Ibn Wahhaj, le entrenó a él y a otro de los menores en el uso de armas de fuego, cómo recargarles y el combate mano a mano, al tiempo que les enseñaba que "hacer la yihad" implicaba matar a infieles en nombre de Alá.
El menor de 13 años también ha asegurado ante los agentes que su madre, la supuesta líder del grupo, creía que recibía mensajes de Alá. En una ocasión les habría supervisado mientras Ibn Wahhaj y él participaban en un supuesto "exorcismo" del niño fallecido de tres años. Durante el ritual, el pequeño se atragantó y se le paró el corazón.
Los abogados defensores de los adultos acusados han alegado en todo momento que simplemente estaban ejerciendo su derecho constitucional a practicar su propia religión y a tener armas de fuego. También argumentan que el grupo está siendo discriminado por ser de color y musulmán.
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