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Jerusalén
Un niño descubre una cuenta de oro de más de 3.000 años de antigüedad en Jerusalén
Un niño de 9 años descubrió una cuenta de oro durante una expedición arqueológica en el Monte Blanco de Jerusalén. Para sorpresa de todos, la pieza encontrada por el joven arqueólogo tiene más de 3.000 años de antigüedad y pertenece a la época del Primer Templo de la capital.
Su nombre es Binyamin Milt, y podría ser el arqueólogo más joven del mundo. Con tan solo 9 años participó en una expedición arqueológica que le llevó a descubrir un abalorio de oro de más de 3.000 años de antigüedad perteneciente a la época del Primer Templo en Jerusalén.
La campaña 'Proyecto de Cribado del Monte del Templo' ha sido testigo de grandes descubrimientos arqueológicos en Jerusalén. Un equipo de voluntarios se encarga de excavar el Monte del Templo cada verano en la ciudad vieja de la capital de Israel, lo que les convierte en protagonistas de importantes hallazgos desde hace años.
Pero una expedición durante el pasado verano les llevó a un descubrimiento especialmente curioso. Un niño de tan solo 9 años encontró una pequeña pieza de oro y se la llevó al supervisor de la campaña. Sorprendido por el buen estado del objeto, el especialista creyó que se trataba de una pieza actual, por lo que ni la fotografió ni anotó quién la había descubierto.
Una vez pasaron las restricciones impuestas por la pandemia del coronavirus, los expertos se centraron en revisar la campaña llevada a cabo durante el verano de 2020, y repararon en el error que habían cometido. La pieza hallada por el niño de 9 años no era un objeto actual, sino un abalorio de oro de la época del Primer Templo, lo que le proporciona una antigüedad de más 3.000 años.
La pieza hallada es una cuenta de oro de más de 3.000 años de antigüedad
El abalorio de oro encontrado por el joven arqueólogo pertenece a la época del Primer Templo de Jerusalén, lo que le convierte en una pieza de 3.000 años.
Concretamente, se trata de una cuenta de forma cilíndrica que tiene un agujero en el centro. Con unas medidas de 6 milímetros de ancho y 2 de alto, sus paredes están formadas por cuatro capas, cada una de las cuales tiene 4 pequeñas bolas de oro unidas entre sí a modo de columnas.
Al tratarse de un material precioso que ni se empaña ni se oxida, su estado de conservación es excelente, lo que llevó a pensar al supervisor que se trataba de una pieza actual. "Parece que se hubiera fabricado ayer", explicaba el proyecto en un comunicado.
El Primer Templo de Jerusalén se remonta al año 960 a.C.
La época del Primer Templo de Jerusalén se remonta a los años 960 y 586 a.C, es decir, ocurrió hace más de 3.000 años. Por aquel entonces, la técnica que utilizaban los artesanos era más compleja, ya que se tenía que fundir el metal a altas temperaturas y aplicarlo sobre el material en distintas etapas, lo que exigía un alto nivel de profesionalidad.
Sin embargo, no es la primera vez que hallan un objeto de oro de este tipo. Otras cuentas similares han sido descubiertas a lo largo de los años por los expertos, y vienen asociadas a varias supersticiones. Una de ellas es que las cuentas de esta época están conjuradas con un hechizo mágico que les protege de la mala suerte.
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