En Pakistán la policía ha rescatado a más de cincuenta estudiantes de teología islámica del interior de una madrasa. Los estudiantes, muchos de ellos niños, estaban encadenados y mostraban evidentes signos de haber sido torturados. Cuando la policía entró en la madrasa, muchos de los niños aplaudieron y dieron vivas a la policía.
Las autoridades están investigando si este centro tiene alguna relación con movimientos de islamistas radicales que suelen reclutar a sus activistas en instituciones como esta.
Los responsables de la madrasa aseguran que muchos de estos niños habían sido llevados allí por sus familias porque eran adictos a las drogas y que su encierro formaba parte del tratamiento. En Pakistán, las madrasas, además de educación religiosa, ofrecen alojamiento gratis a muchos pobres que no pueden pagar otro tipo de escuelas.