Gaza
Los niños de Gaza, sin escuela por segundo curso consecutivo a causa de la guerra
El 90% de los centros educativos de ese territorio palestino están destruidos, lo que sumado, a la insoportable situación humanitaria hace imposible el retorno a las aulas.
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Hoy se cumplen 11 meses de guerra en Oriente Próximo y el drama se agrava para los más pequeños. La guerra impedirá que los niños gazatíes regresen a la escuela por segundo año consecutivo. Además de enfrentarse a enfermedades y a la falta de alimentos, los más pequeños no podrán comenzar el curso escolar. Se calcula que en Gaza viven aproximadamente 625.000 niños en edad escolar. Desde el inicio del conflicto, el 90% de las instalaciones educativas han quedado destruidas. Según el ejército israelí, las milicias de Hamás utilizan los colegios para organizar ataques.
Con la población desplazada y las instalaciones destruidas, el retorno a las aulas resulta imposible
Hasta el pasado 7 de octubre, se podía decir que la escuela era la única ventana al mundo para los niños gazatíes. La situación era dramática, especialmente desde el bloqueo impuesto en 2007, pero en el último año se ha vuelto apocalíptica. El dato más desgarrador es que en estos meses unos 30.000 menores han muerto o han resultado heridos, lo que representa un dos por ciento de la población infantil de la franja
A los daños personales se suman los materiales, ya que el 90% de los centros educativos han sido dañados, lo que ha cambiado drásticamente la vida de los niños. Esta semana deberían haber comenzado las clases; sin embargo, están en las calles intentando ayudar a sus familias como pueden. "En otros países, los niños estudian y aprenden... Nosotros tenemos que trabajar", afirma Ezz, un joven de 14 años que trabaja triturando escombros. "Me hirieron y apenas puedo trabajar, así que mis hijos tienen que hacerlo... Lloro cuando les veo con las manos destrozadas", comenta Mo'men.
Antes de la guerra, en la franja prácticamente no había analfabetismo. Ahora, en este contexto de destrucción, sin hogar, sin asistencia sanitaria y en la miseria más absoluta, el futuro pinta muy oscuro para la próxima generación de gazatíes.Los más pequeños dedican su tiempo a intentar encontrar sustento para sus familias arruinadas.
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