Niza teme la pérdida de un gran número de turistas tras el atentado

Niza, la ciudad de la Costa Azul donde este jueves se llevó a cabo el atentado en el que murieron al menos 84 personas, es una ciudad clave para el turismo francés desde el siglo XIX, que ofrece también grandes contrastes sociales.

Francia lucha por mejorar su seguridad, pero también para evitar que los ataques yihadistas que ha sufrido en los últimos meses dañen todavía más su industria turística. Niza recibe cada año 5 millones de visitantes y la mitad son extranjeros. Sus playas, paseos marítimos y museos, sus magníficas vistas al mar y su vida nocturna constituyen un enorme atractivo para el turismo francés y extranjero desde los años previos a la Primera Guerra Mundial, durante la Belle Époque.

Las reacciones ya se están notando en las agencias de viajes. En la Costa Azul francesa temen que el terrible atentado repercuta negativamente en la zona e incluso en todo el país. Desde el sector turístico se insiste tras los atentados en la sala Bataclán de París, que seis meses después todavía sufre el impacto de la tragedia.

En el Paseo de los Ingleses, donde tuvo lugar el atentado, cada verano tienen lugar numerosas festividades como el Carnaval de Niza y la Batalla de las flores.

En Francia se recibe a 83 millones de turistas extranjeros cada año de los cuales 5 millones visitan Niza. Precisamente, los dos lugares preferidos son París y la Costa Azul, las dos zonas que han padecido la barbarie terrorista.