Notre Dame

Notre Dame resurge de sus cenizas con un cofre lleno de tesoros, "una puerta abierta" al París del SXIII

¿Ha desvelado Notre Dame todos sus secretos? Los expertos apuestan a que la dama de París todavía guarda muchas intimidades, aquí te enseñamos algunas de ellas.

Entrevista a Javier Andreu

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Bañada por las aguas del río Sena y en un emplazamiento estratégico, Notre Dame vuelve a brillar de nuevo tras un devastador incendio cuyas llamas mantuvieron encogido al mundo entero por el derrumbe de su aguja medieval. Sin embargo, el esplendor de una joya como esta no se apaga tan fácilmente y vuelve con un cofre lleno de tesoros.

Cual ave fénix, la gran 'dama de París' ha resurgido de sus cenizas cinco años y ocho meses después de aquel fatídico 15 de abril de 2019. El pasado 8 de diciembre, miles de personas presenciaron un renacimiento histórico.

Victor Hugo escribió que "Notre Dame, más que una catedral, es un poema de piedra y luz que narra la historia de Francia y de Europa" y tras transformar la tragedia en oportunidad, los arqueólogos del Instituto Nacional de Investigación Arqueológica Preventiva consiguieron una autorización para excavar y obtener así más información sobre el París de aquella época.

Tres años se prolongaron los trabajos de retirada de escombros y apuntalamiento de paredes o bóvedas. En febrero de 2022 estaba todo listo para comenzar la reconstrucción, pero no podía darse el pistoletazo de salida sin que antes entrasen en juego los arqueólogos, ya que la ley francesa indica que si un proyecto de construcción puede alterar un suelo en el que pueden encontrarse restos antiguos requiere la intervención de los arqueólogos oficiales. Su misión inicial era asegurar que nada de valor fuese aplastado, sin embargo, encontraron la joya de la corona y todo cambió porque "un edificio histórico que ha tenido una sucesión de reformas, de transformaciones continuas a través del tiempo, nunca deja de desvelar sus secretos".

La semana pasada decidisteis este tema para la Newsletter de hoy y de la mano de Javier Andreu, Director Diploma en Arqueología de la Universidad de Navarra, nos ponemos manos a la obra. "El gran problema de una actuación como esta siempre es la carga presupuestaria. Muchas veces se planifican este tipo de intervenciones pensando que van a ser sencillos sondeos comprobatorios, quizás no se es excesivamente optimista respecto de la entidad de los hallazgos que van a aparecer y cuando estos se van produciendo se hace necesario ampliar el tiempo de excavación. La gestión de los imprevistos es un deporte bastante habitual de la arqueología y en el que quienes se dedican a la arqueología en ciudades modernas que tuvieron un pasado son auténticos héroes. Es muy difícil cumplir la planificación y conciliar también el empuje de la exigencia de una obra que se tiene que terminar y se quiere inaugurar en un momento determinado con algo propio de la ciencia, que es la lentitud".

Más de mil fragmentos encontrados, entre los que destaca el cancel del coro del siglo XIII, una estructura que escondía de las miradas del público el coro y el santuario. También se desenterraron bustos crucificados, el rostro de Cristo..."El material recuperado debe fecharse en torno al 1230 al 1250, que son los años de florecimiento de la versión clásica de Notre Dame. De ese cenit del gótico en el que se construye esta catedral que ha sido para todos el icono del arte gótico y que permiten, estos hallazgos, subrayar algunos aspectos menos conocidos de esa planta original y de lo que podríamos llamar la decoración arquitectónica original de la catedral de Notre Dame. El hecho de que podamos fecharlos en el SXIII, en la primera fase de Notre Dame, añade muchísimo valor porque se convierten esos materiales en una puerta abierta a la Notre Dame que vieron quienes en París quedaron impactados por ese desafío arquitectónico que fue por su verticalidad, por la complejidad de las cubiertas, este icono del arte europeo", indica el profesor Andreu.

Sabíamos que existían, pero los creíamos perdidos. "La sorpresa está en localizar restos de esas estatuas que sabíamos que en una gran reforma de la época de Luis XIV, que se hace en el coro, se habían eliminado" señala Javier Andreu.

"Tenemos la imagen del arqueólogo como un buscador de tesoros, como una especie de Indiana Jones que busca la pieza magnífica, pero..."

No solo importa la cantidad de fragmentos hallados, sino también su estado, porque muchos de ellos conservan su policromía original. Rojo, azul, ocre, oro, estallidos de color que nos desvelan la estética de la época. "Es especialmente importante porque en la escultura empleada como decoración arquitectónica para el gótico conocemos pocos ejemplos" explica Andreu, para añadir: "Siempre existe ese riesgo de que el paso del tiempo deteriore la cubierta polícroma, o la pátina de color, en este caso las estatuas lo conservan, lo que hace especialmente atractivo desde el punto de vista estético y nos pone un poco tras la pista del colorido. También que dentro de esta explosión ideológica que constituye el gótico prestaba un lugar muy importante en el lenguaje estético de la cumbre del arte medieval clásico, con un París en absoluto crecimiento y una época de gran desarrollo técnico y estético, como estas estatuas demuestran".

Además de la cantidad y el estado, cabe destacar que todo cuenta: "En arqueología se trabaja de la misma manera, independientemente de la calidad estética del hallazgo, la comunicación de la arqueología tiende a poner el foco en grandes hallazgos, pero muy probablemente en esta excavación se habrán tratado con la misma meticulosidad los elementos escultóricos y otros elementos porque todo aporta información histórica".

Andreu nos explica de forma muy gráfica que "a veces tenemos la imagen del arqueólogo como un buscador de tesoros, como una especie de Indiana Jones que busca la pieza magnífica y que cuando sale la pieza magnífica cambia su estrategia de actuación, pero la arqueología se parece más a la actividad de un detective en la que cualquier pista, sea estéticamente atractiva, o sea sencillamente, un elemento menos importante desde el punto de vista material, pero con gran valor para contextualización debe tratar los materiales de la misma manera".

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