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QUEMADURAS EN EL 30% DE SU CUERPO
Nueva York obligado a pagar 59 millones de dólares a un estudiante por quemaduras graves durante un experimento
El estudiante de Nueva York sufrió quemaduras en la cara, nuca, brazos y manos cuando estaba realizando un experimento con minerales salinos y metanol, que fue llevado a cabo a pesar de las advertencias del Departamento de Educación de la ciudad.
La ciudad de Nueva York ha sido condenada a pagar una indemnización de 59.170.000 dólares a un joven que sufrió quemaduras graves durante un experimento en clase de química en el año 2014, informaron varios medios locales. Un jurado de Manhattan determinó que Alonzo Yanes, que ahora tiene 21 años, debe recibir 29 millones y medio por el dolor y el sufrimiento padecido en estos cinco años y una suma similar por los que sufrirá el resto de su vida. Yanes y su familia demandaron tanto al profesor de química como a la ciudad por los sucedido, que tuvo lugar en el instituto Beacon y que le provocó quemaduras de tercer grado en más del 30% de su cuerpo.
Según la denuncia, el experimento incluía la manipulación de minerales salinos y metanol y fue llevado a cabo a pesar de las advertencias del Departamento de Educación de la ciudad. El portavoz del Departamento Legal de la ciudad, Nick Paolucci, aseguró que tras lo ocurrido, en 2014, dicho experimento dejó de practicarse en el circuito educativo de la ciudad. Asimismo, Paolucci, que insistió en que el bienestar de los estudiantes es la prioridad del Departamento de Educación, precisó que a pesar de que respetan el veredicto del tribunal, la ciudad está sopesando las opciones legales a su alcance para intentar reducir la indemnización.
Yanes sufrió quemaduras en la cara, nuca, brazos y manos, por lo que tuvo que someterse a varias operaciones de injerto de piel. La víctima, citada por el canal de televisión CNBC 4, relató ante el tribunal cómo primero extendió sus brazos de manera instintiva cuando estalló el fuego tratando de protegerse. Posteriormente, se tiró al suelo para intentar, en vano, sofocar las llamas que envolvían la parte superior de su cuerpo.
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