El vertido de petróleo del buque Rena, de bandera liberiana, ha dejado de momento una mancha de cinco kilómetros. La catástrofe ecológica podría ser aún mayor, porque el mal tiempo amenaza con partir el carguero. Transportaba diecisiete mil toneladas de crudo y una sustancia tóxica cuando naufragó el pasado miércoles a unos doce kilómetros de la costa.
El servicio meteorológico de Nueva Zelanda ha pronosticado mal tiempo en el área donde se trabaja para contener el vertido del carguero Rena, que naufragó esta semana cuando transportaba unas 1.700 toneladas de combustible pesado y cuatro contenedores de una sustancia tóxica de ferrosilicio.
MetService adelantó en su último parte precipitaciones y fuertes vientos del noreste a partir del lunes en Northland, Auckland, Coromandel Península, Bay of Plenty, Rotorua, Taupo and Taranaki.
20 toneladas de fluido podrían llegar a la playa
El ministro neozelandés de Transporte, Steven Joyce, indicó que el parte meteorológico significa que no van a poder impedir que las 20 toneladas de fluido que se han derramado lleguen a la playa de Papamoa el miércoles, lo más temprano, según Radio New Zealand.
Los equipos que trabajan en controlar el vertido se afanaban hoy en dispersar la mancha con disolventes y en asegurar el cargamento del buque de 236 metros de eslora y 21 años de antigüedad, y que tiene un tanque que pesa 47.000 toneladas.