Barack Obama, presidente de los EEUU, ha asegurado que todavía no ha tomado una decisión sobre cómo responder al régimen sirio de Bachar al Asad, pero ha garantizado que habrá una respuesta internacional "contundente" por su supuesto uso de armas químicas contra la población.
"Todavía no hemos tomado una decisión, pero la norma internacional contra el uso de armas químicas debe mantenerse en su lugar. Nadie duda que en Siria las armas químicas se han utilizado a gran escala contra la población civil" ha afirmado en una entrevista de televisión.
El presidente de Estados Unidos considera que Al Assad debe pagar por ello. Durante la entrevista, ha insistido en que no busca un conflicto largo que afecte a la población civil. Su principal aliado, Reino Unido, se ha topado con la oposición de los laboristas. Piden que no se intervenga hasta conocer los informes de los inspectores de la ONU.
Hoy en el Parlamento británico se vota si autorizan o no del uso de la fuerza. Una votación que tendrá que repetirse cuando se sepan las conclusiones de esos informes. En Londres ya ha habido protestas ciudadanas en contra de una posible intervención militar. Otros dos miembros del Consejo Seguridad, China y Rusia, se abstuvieron ayer de votar porque consideran que Estados Unidos ha decidido cómo actuar.
El presidente delineó en una entrevista con la televisión pública PBS las bases de esa "respuesta internacional" y las razones para esa reacción, basadas en que el gobierno sirio no sólo ha roto "normas internacionales" sino que, al usar armamento químico, "ha creado una situación que afecta a la seguridad nacional" de Estados Unidos.
El presidente aseguró que no tiene interés "en un conflicto con final abierto en Siria" o "una repetición de Irak" y que, si opta finalmente por un ataque, será "limitado" y se asegurará de que envíe el mensaje a Asad de que no puede volver a recurrir a armas químicas en el conflicto civil de más de dos años que vive el país.
"Eso puede tener un impacto positivo en nuestra seguridad nacional a largo plazo y puede tener un impacto positivo en el sentido de que las armas químicas no volverán a ser usadas nunca más contra civiles inocentes", justificó Obama.
Obama aseguró hoy que su Gobierno ha concluido que el régimen de Al Asad es responsable del ataque químico a gran escala del pasado 21 de agosto en varias zonas cercanas a Damasco, y por ello tendrá que rendir cuentas. Estados Unidos se prepara para dar a conocer su propias pruebas contra el régimen de Bachar al Asad, que justificarían una intervención militar para la que da por hecho que no habrá respaldo del Consejo de Seguridad de la ONU.
La posible intervención podría retrasarse con el cambio en la estrategia de Reino Unido que ahora dice que quiere esperar a las conclusiones de la investigación de expertos de la Naciones Unidas que aún siguen en Siria sobre los ataques.
"Creemos que es demasiado tarde para que la inspección de las Naciones Unidas sea creíble, dado el daño causado por el masivo bombardeo de artillería en las zonas afectadas, y vamos a tomar nuestra propias decisiones sobre una respuesta, con nuestros tiempos", ha indicado la portavoz del Departamento de Estado, Marie Harf.
114 legisladores recordaron a Obama que violaría la Constitución si no pidiera antes la autorización del Congreso para realizar bombardeos selectivos en Siria. Previsiblemente, estos solo durarían unos tres días, se llevarían a cabo con misiles lanzados desde el Mar Mediterráneo o con bombardeos aéreos, y tendrían el objetivo de "castigar" a Al Asad, pero no el de derrocarlo. Por su parte, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano, John Boehner, criticó la falta de consultas de Obama con el Congreso y le pidió explicaciones claras por adelantado sobre el ataque.
El secretario general de la ONU ha pedido más tiempo para los observadores. España, por su lado, no se ha pronunciado todavía sobre la ofensiva en Siria, hará pública su postura mañana en el Consejo de Ministros.