El presidente, Barack Obama, se enfrenta a una gran oposición en Estados Unidos por la firma del acuerdo nuclear, especialmente en el Partido Republicano, que podría tumbar en el Congreso lo pactado entre las potencias mundiales y la República Islámica.
Una ley aprobada 'ex profeso' para tumbar el pacto iraní establece un plazo de 60 días en el que los congresistas deben decidir si intentan derogar el acuerdo nuclear.
Al Partido Republicano le bastaría con sus diputados en la Cámara de Representantes, pero requeriría el apoyo de seis demócratas en el Senado. Tras ello, Obama tendría otros 22 días para vetar la decisión adoptada en el Congreso y a los legisladores sólo les quedaría entonces una última oportunidad en la que necesitarían sumar una mayoría de dos tercios en ambas cámaras, lo que en la práctica supondría que 13 demócratas se uniesen a los 54 republicanos del Senado y que 43 demócratas se sumasen a los 236 republicanos de la Cámara de Representantes.
Los dos partidos quieren comenzar a revisar el acuerdo iraní en detalle este mismo mes, con reuniones y vistas en las que analizar los compromisos adquiridos y estudiar posibles iniciativas.
El objetivo es cerrar cualquier medida antes de que tenga lugar el receso parlamentario de verano. La Casa Blanca ha avanzado este martes que en un par de días enviará al Congreso todos los documentos con el detalle de lo pactado por el Grupo 5+1, formado por Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Rusia y China, y la República Islámica.
Los límites establecidos hacen difícil que los republicanos puedan llegar a tumbar el histórico acuerdo conocido este martes, aunque cualquier iniciativa en contra de dicho documento dejaría en evidencia la división que existe en Washington.
Oposición externa al rechazo de los republicanos se suma la oposición de aliados estratégicos de Estados Unidos como Israel o Arabia Saudí, que no ven con buenos ojos que la comunidad internacional se abra a un Irán que consideran la principal amenaza para la región.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha criticado el "error histórico" cometido por el Grupo 5+1 al aprobar este acuerdo nuclear al considerar que con ello "el mundo es hoy un lugar mucho más peligroso que ayer".
Arabia Saudí, por su parte, ha expresado su apoyo al pacto pero ha insistido en la necesidad de llevar a cabo inspecciones exhaustivas para garantizar su cumplimiento y de mantener vigentes las medidas punitivas contra el régimen de los ayatolás.