Publicidad

TRAS LAS LEGISLATIVAS DEL PASADO NOVIEMBRE

Obama inicia la fase más difícil de su mandato con la nueva mayoría republicana

Estados Unidos afronta, desde este martes, una nueva era con el control republicano del Senado y de la Cámara de Representantes. El presidente Barack Obama, el líder demócrata que más escaños ha perdido desde 1960, va a estar obligado a pactar todos y cada uno de sus grandes proyectos, como la ambiciosa reforma sobre inmigración y la apertura de relaciones con Cuba.

El congresista republicano John Boehner ha dido reelegido presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, al inaugurarse el 114 Congreso, que tendrá mayoría republicana en ambas cámaras debido a la victoria de este partido en las elecciones legislativas del pasado noviembre. Boehner se impuso pese a la rebelión de la parte más conservadora de la bancada republicana, al lograr 216 votos a favor, con lo que aseguró su reelección frente a Nancy Pelosi, que volverá a ser la líder de la minoría demócrata.

El presidente de la Cámara baja -tercero en la línea de poder en Estados Unidos- ha conseguido mantener a la mayoría de su partido tras su figura desde que asumió el papel de líder republicano de la Cámara de Representantes en enero de 2011. El ala ultraconservadora de los republicanos, congregada alrededor del movimiento del Tea Party, intentó sabotear el nombramiento de Boehner con la presentación de otros dos candidatos: el congresista por Florida Ted Yoho y por Texas Louie Gohmert.

Boehner, congresista por Ohio de 65 años, ha conseguido mantenerse como líder de la mayoría, pese a un mandato previo plagado de tensiones internas y con el Ejecutivo de Barack Obama a cuentas de las negociaciones presupuestarias, sanidad, sobre inmigración y en política exterior. John Boehner disfrutará de un nuevo mandato como presidente de la Cámara baja en una etapa en la que los republicanos también controlarán el Senado y comenzarán la estrategia electoral de cara a las presidenciales de 2016. La Cámara de Representantes y el nuevo líder intentarán lograr consensos en materia presupuestaria, fiscal o empleo, aunque todo apunta a que acabarán enfrentados al poder de veto de Obama, lo que obligaría a delicados cálculos políticos.

Ése es el verdadero temor de EEUU: desembocar en la parálisis política por el enfrentamiento entre Obama y los republicanos. El ahora presidente es el líder demócrata que más escaños ha perdido desde 1960, lo que le va a obligar a pactar todos y cada uno de sus grandes proyectos, como la ambiciosa reforma sobre inmigración y la apertura de relaciones con Cuba.

Publicidad