El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, prometió este viernes que ordenará el envío urgente de ayuda federal para recuperar el sur del país, devastado por el sistema de tornados de las últimas semanas, y tras observar de primera mano observar el "desgarrador" impacto del desastre, que ha dejado más de 300 muertos y daños por valor de miles de millones de dólares.
En su visita al estado de Alabama, el más golpeado por la catástrofe natural, Obama recorrió las casas destrozadas y se reunió con varios supervivientes.
"Vamos a hacer todo lo posible para ayudar a que estas comunidades sean reconstruídas", dijo Obama en Tuscaloosa, una ciudad universitaria que ha quedado completamente devastada por los tornados, que en total han causado pérdidas por valor de entre 2.000 y 5.000 millones de dólares, según estimados de un modelo de riesgos de catástrofes.
"Nunca vi una devastación como esta. Es desgarrador", afirmó Obama, acompañado de su esposa Michelle y del gobernador del estado, Robert Bentley. "Creo que esto es algo que nadie ha visto antes", agregó, en relación a lo que ya se considera como el peor desastre natural en Estados Unidos desde el huracán Katrina en 2005.
En Alabama, las autoridades de emergencia han elevado en las últimas horas la cifra de muertos por el tornado a 238. Bentley agregó que 1.700 resultaron heridas. Al menos otras 101 muertes se han registrado en Misisipi, Tennessee, Arkansas, Georgia, Virginia y Luisiana. Hay niños entre las víctimas.
"No podemos recuperar a los que han muerto. Están con Dios en este momento (...) pero el daño a las propiedades, que obviamente es extenso, es algo en lo que podemos trabajar", indicó Obama.
El presidente está ansioso por mostrar que la ayuda federal ya está en camino y que no se está tomando livianamente el desastre. Su antecesor George W. Bush fue ferozmente criticado por lo que fue percibido como una lenta respuesta ante la tragedia causada por Katrina.
