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DESPUÉS DE 30 AÑOS

Obama y Rohaní mantienen conversación histórica para intentar un acuerdo nuclear con Irán

Los presidentes de EE.UU., Barack Obama, y de Irán, Hasan Rohaní, mantuvieron una histórica conversación, la primera entre los máximos líderes de ambos países desde 1979, sobre el programa nuclear de Teherán que alienta las expectativas de un posible acuerdo global al respecto.

A la vez que Obama anunciaba en una comparecencia en la Casa Blanca que acababa de hablar con Rohaní por teléfono, el mandatario iraní hacía lo propio en su cuenta en Twitter. "Los dos discutimos los esfuerzos para alcanzar un acuerdo sobre el programa nuclear de Irán. Le reiteré al presidente Rohaní lo que dije en Nueva York: aunque seguramente habrá importantes obstáculos para avanzar y el éxito no está absolutamente garantizado, creo que podemos llegar a una solución integral", explicó Obama. La confianza en un acuerdo supone un giro de 180 grados respecto a lo que ha sido hasta ahora la posición estadounidense, aunque Obama admitió que es "consciente de todos los desafíos que se avecinan".

En Twitter, Rohaní destacó que, durante su conversación, tanto él como Obama expresaron su "voluntad política" de resolver "rápidamente" el conflicto sobre el programa nuclear iraní, que según EE.UU. y sus aliados occidentes tiene fines militares, algo que Teherán niega. "Si logramos progresos en el asunto nuclear, otros temas como el de Siria ciertamente se verán afectados positivamente", escribió Rohaní.

Según funcionarios iraníes, la conversación se produjo mientras Rohaní iba en un coche camino del aeropuerto antes de abandonar Nueva York, donde ha participado estos días en la Asamblea General de la ONU. De acuerdo con lo indicado en una conferencia telefónica por altos funcionarios estadounidenses, los dos mandatarios hablaron en torno a las 14.30 hora local de Washington (18.30 GMT), durante unos 15 minutos y mediante un intérprete.

La Casa Blanca ofreció esta semana celebrar "un encuentro" informal entre Obama y Rohaní en los márgenes de la Asamblea de la ONU, pero los iraníes respondieron que era "muy complicado" para ellos en este momento concretar esa reunión, sobre todo por sus posibles repercusiones en Irán. Después de ese intento frustrado de reunir a los dos presidentes, la Casa Blanca fue informada hoy de que Rohaní deseaba hablar con Obama antes de abandonar Nueva York.

El tono de la conversación fue "bastante cordial", Obama se despidió en farsi y Rohaní lo hizo en inglés, precisó un alto funcionario estadounidense. Además del programa nuclear de Teherán, que centró la mayor parte del diálogo, Obama expresó también a Rohaní su preocupación por los casos de tres ciudadanos estadounidenses que están presos en Irán. La Casa Blanca cree que los "positivos resultados" de la reunión a nivel ministerial de ayer en Nueva York entre Irán y el grupo 5+1 (EE.UU., Rusia, China, Francia, Reino Unido más Alemania) pudieron allanar el camino para la conversación de entre Obama y Rohaní. Funcionarios estadounidenses insistieron en que la "esencia" de las negociaciones nucleares con Irán debe tener lugar a nivel ministerial y en el seno del 5+1, que volverá a reunirse en Ginebra el 15 de octubre.

Tanto Obama como Rohaní quieren tratar de resolver el conflicto en torno al programa nuclear iraní "pacífica y rápidamente", y están tratando de aprovechar el "impulso" que han tomado esta semana las negociaciones de Teherán con el 5+1. La Casa Blanca rechazó hoy poner un plazo para lograr un acuerdo, más allá de insistir en que EE.UU. quiere avanzar "con cierta urgencia", mientras que Rohaní dijo el miércoles en una entrevista con el diario The Washington Post que quiere que sea "cuestión de meses, no de años".

El Gobierno de Obama mantuvo "contacto" tanto con Israel, el principal aliado de EE.UU., como con los líderes del Congreso sobre la llamada con Rohaní. En todo el proceso de diálogo con Irán "estaremos en estrecho contacto con nuestros amigos y aliados en la región, incluido Israel", aseguró hoy Obama, en vísperas de recibir este lunes en la Casa Blanca al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

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