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CONOCIDOS COMO LOS "KIREO"
La obsesión extrema por la perfección estética, la última moda en Japón
Se trata de los "Kireo", jóvenes de entre 20 y 30 años obsesionados con el cuidado y la apariencia de su cuerpo. Tal es el auge que los productos cosméticos para hombres han visto incrementadas sus ventas en un 33% en solo un año.
Los jóvenes japoneses de entre 20 y 30 años cuidan cada vez más su imagen, y en la sociedad nipona ya se les conoce con el nombre de "kireos", que buscan la perfección estética a través de cremas y tratamientos.
El término "kireo", que denomina a esta nueva tendencia estética, proviene de la palabra "kirei", que se traduce como "bello" o "guapo", y define a los nuevos jóvenes urbanitas elegantes, de cejas depiladas, cutis perfecto, peinado milimétrico y convenientemente perfumados. Los "metrosexuales" japoneses son distintos a los de Occidente: en Europa y América la belleza se relaciona con unos cánones similares para todos, en los que los actores y cantantes, con estéticas más tradicionales y similares entre sí, guían las tendencias de la belleza masculina.
El 18 % admitió mirarse frecuentemente en las ventanillas del metro
Por el contrario, en el país asiático los hombres buscan la belleza que les diferencie de los demás, que les distinga de la estética del hombre tradicional de negocios japonés, y para ello cuidan con mimo sus peinados, el dibujo de sus cejas y la perfección de su cutis, acercándose a la estética de los iconos musicales.
El "kireo", alejado de la estética uniforme y apagada del ejecutivo, considera que el cuidado de la imagen hace a las personas más atractivas e interesantes, aunque su búsqueda es también vista como un intento de reafirmarse en una sociedad golpeada por la soledad y el individualismo.
Según datos oficiales, en 2011 los hombres japoneses de hasta 34 años gastaron una media de 11.000 yenes (unos 110 euros o 136 dólares) en productos de belleza, un 33 por ciento más que en 2010, lo que subraya el incremento de su interés por la estética.
El incremento de esta tendencia en Japón ha ido acompañada de la aparición de todo tipo de productos y servicios para hombres, desde salones de belleza especializados en la estética masculina, hasta cremas para la cara y el pelo, afeitadoras específicas para el vello del cuerpo y un sinfín de mascarillas reafirmantes.
Tal es el auge de esta moda en Japón que incluso las tiendas 24 horas, llamadas 'combini', disponen de pequeños paquetes con cremas, lociones y toallitas refrescantes para hombres, que cada vez consumen más estos productos.
El portavoz de una de las principales empresas del sector cosmético en Japón, Shiseido, considera que el segmento masculino tiene "un gran potencial", aunque en la actualidad el 90 por ciento de este mercado está dirigido a mujeres.
La compañía lanzó en el año 2003 en Europa sus primeros productos dirigidos al hombre, principalmente lociones capilares y cremas para después del afeitado, y en 2004 se atrevió a introducirlos en Japón, donde su éxito los hizo crecer a un ritmo de más del 10 por ciento anual.
Pese a que cada vez son más los hombres que utilizan los productos estéticos sin tapujos, el secreto para que su venta no resulte embarazosa para algunos es "tratar de colocarlos en la zona de ropa, ya que en la de cosméticos es complicado que entren", reveló el portavoz de Shiseido.
Según un estudio efectuado el pasado año entre medio centenar de jóvenes tokiotas por el instituto de belleza Beauty World Soken y difundido por la agencia local Kyodo, el 37 % de los encuestados de entre 25 y 29 años aseguraron sentirse "interesados" en los cuidados y los centros de estética.
De entre ellos, el 18 % admitió mirarse frecuentemente en las ventanillas del metro para comprobar su aspecto, cuya estética es, en muchos casos, como la de los modelos e ídolos de pop japonés, de aspecto aniñado y afeminado.
Los "kireo" son contemplados en Japón como los nuevos "ikemen", un término acuñado hace más de una década que proviene de la palabra "ikeru" (equivalente a 'cool'), y con la que se definía en Japón a aquella generación que, al estilo de los "metrosexuales" en occidente, cuidaban meticulosamente su estudiada imagen.
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