Libia

La ONG Sea-Watch denuncia las agresiones de los guardias fronterizos libios a inmigrantes rescatados en el Mediterráneo

Los inmigrantes llegaron a ser golpeados con palos.

Imagen de archivo.

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La crisis migratoria vuelve a dejar duras imágenes en las aguas del Mediterráneo. La ONG Sea-Watch, centrada en las operaciones de búsqueda y rescate civil en el Mediterráneo central, ha denunciado los malos tratos de los guardias fronterizos de Libia hacia los inmigrantes que fueron rescatados esta semana.

Sea-Watch ha publicado el vídeo del incidente en las redes sociales. La agresión habría tenido lugar el pasado martes 18 de junio. Al rededor de 60 inmigrantes fueron rescatados por un barco mercante, y poco después fueron interceptados por la guardia costera libia, quienes les obligaron a subirse a su patrullera para ser devueltos al país Africano. En las imágenes se puede ver cómo estas personas llegan ser golpeadas con palos.

En la publicación de X, la ONG escribe: "Por impactante que sea, esto no es nuevo. Precisamente ayer las milicias libias de la llamada guardia costera libia retiraron brutalmente aproximadamente 60 personas a condiciones horribles en Libia. Junto con la embarcación Maridive son responsables de este crimen". La ONG reprocha a la embarcación que accediera a entregar los inmigrantes a los guardas libios.

Un crucero desvía su ruta para rescatar a un cayuco

Continúan los rescates en alta mar. A primera hora de este viernes el crucero Insignia ha llegado a Santa Cruz de Tenerife, tras desviar su ruta para rescatar un cayuco donde viajaban 64 inmigrantes y tres cadáveres.

El rescate se produjo el miércoles, a algo más de 800 kilómetros al sur de Canarias. La embarcación, que partió desde la capital de Mauritania con más de 100 personas, estuvo a la deriva durante 17 días. Según las autoridades murieron al menos 33 personas durante el viaje.

Los testimonios de los supervivientes han arrojado luz sobre la extrema situación que vivieron durante la travesía. "Pasamos hambre y sed, muchos no resistieron," afirmó uno de ellos. La desesperación y el sufrimiento fueron constantes, exacerbados por la falta de alimentos y agua potable.

A su llegada, un amplio dispositivo de emergencia fue desplegado en el muelle para asistir a los supervivientes y trasladar los cuerpos sin vida. Los servicios sanitarios derivaron al hospital a cinco de los 64 migrantes, todos ellos con signos de deshidratación severa. Uno de ellos se encuentra en estado grave, tres en estado moderado y una mujer embarazada con problemas aparentemente leves.

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