Bomba atómica Hiroshima
La ONU alerta que "solo un error nos separa del apocalipsis" en el 77º aniversario de la bomba nuclear sobre Hiroshima
António Guterres advierte que la humanidad "juega con un arma cargada" con las más de 13.000 armas atómicas.
Publicidad
Este sábado se cumplen 77 años del bombardeo sobre Hiroshima, el primer ataque con bomba atómica de la historia. Fue ejecutado por las fuerzas aéreas estadounidenses y murieron 140.000 personas.
Esta ciudad del oeste de Japón fue el objetivo de la primera bomba atómica empleada en combate de la historia, bautizada 'Little Boy' y lanzada por el bombardero B-29 Enola Gay de las Fuerzas Aéreas estadounidenses el 6 de agosto de 1945.
Como cada año, los ciudadanos se han concentrado en el Parque Monumento a la Paz de la ciudad con la participación del primer ministro nipón, Fumio Kishida, y representantes de 99 países y de la ONU, con su secretario general, António Guterres, a la cabeza. Guterres ha asegurado que "solo un error nos separa del apocalipsis". "Es totalmente inaceptable que los estados en posesión de armas nucleares admitan la posibilidad de una guerra nuclear. La humanidad está jugando con un arma cargada", ha avisado.
El titular de la ONU ha considerado que "las armas nucleares no tienen ningún sentido". "Debemos preguntarnos qué hemos aprendido de la nube en forma de hongo que se elevó sobre esta ciudad en 1945", ha incidido.
El primer ministro japonés destacó en la misma línea que el movimiento hacia un mundo libre de armas nucleares "parece ralentizarse", ante lo que apeló desde Hiroshima a "plantarse y comprometerse a que nunca se repita una tragedia similar".
Bomba nuclear sobre Nagasaki
Tres días después del bombardeo de Hiroshima, el 9 de agosto de 1945, EEUU lanzó una segunda bomba nuclear sobre Nagasaki, lo que desembocó en la capitulación de Japón seis días más tarde y puso fin a la Segunda Guerra Mundial.
A las decenas de miles de personas fallecidas en los ataques se sumaron otras tantas que murieron en los días y años siguientes al mismo por las quemaduras y enfermedades como el cáncer derivadas de la radiación, así como millares de supervivientes que acarrearon el estigma nuclear.
Publicidad