Muerte oso

Un oso salvaje mata a un padre y a un hijo después de arrasar un refugio de 35 perros

Un experto en osos cree que si el animal ha atacado es porque estaba enfermo o herido. Los cazadores acabaron abatiéndole.

Oso pardo, imagen de archivo

Oso pardo, imagen de archivoFreepik

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Un enorme oso pardo irrumpió en una vivienda, matando y devorando a un padre de 87 años y a su hijo de 56. Este trágico suceso ha ocurrido en la pequeña localidad de Luchegorsk, en la región de Primorsky al este de Rusia.

Este incidente sucedió al día siguiente de que el oso arrasara por la noche un refugio para perros callejeros cerca de la casa de los fallecidos. En cuestión de minutos, el animal acabó con la vida de 35 perros que se encontraban encadenados y sin posibilidad de escapar.

Olga Zamyshlyaeva, directora del refugio, describió la escena con horror: "Nuestro refugio está situado en una zona boscosa y la valla es de madera y endeble. El oso llegó por la noche y murieron 35 perros". Afirmaba que no tienen seguridad y se dieron cuenta de que el culpable era un oso porque vieron las huellas.

Ante esta grave situación, las autoridades locales acudieron en la búsqueda y captura del animal. Se ordenó de inmediato a los inspectores de caza para que localizaran y abatieran al animal, por si pudiera atacar de nuevo. Y tras una intensa búsqueda, los cazadores encontraron al oso y le dispararon, provocando su muerte.

Este comportamiento agresivo ha llamado la atención de Sergey Aramilev quien expone que "un oso sano definitivamente no haría esto. Ni siquiera se acercaría a una zona poblada". Señaló que este tipo de conducta no es típica en estos animales: "Si el oso mata gente, entonces es porque fue herido por una persona o porque está enfermo de rabia".

Los exámenes preliminares del animal abatido revelaron que presentaba un peso inferior al normal, lo que podría indicar que padecía alguna enfermedad.

Crió a un oso y le devoró

Sergey Grigoriyev, un ruso de 14 años, adoptó a un oso pardo que encontró en las afueras del bosque como su mascota. Lo llamó Vorchun (gruñón) y lo trató durante cuatro años como si fuera su hijo. Hasta que un día le mató.

El oso cumplía todas las expectativas. Era muy obediente, lo tenía en una pequeña jaula y no salía de allí. Incluso le daba comida con una cuchara creando una unión especial entre ellos.

Pero un día Vorchum comenzó a tener actitudes violentas que el ruso ignoraba. Y a pesar de las advertencias de su esposa quiso seguir entrenándole para que estuviese preparado para la "vida silvestre". Lo que no pensaba Sergey era que iba a utilizarlo en su contra.

Un día no contestaba a las llamadas de un vecino, por lo que la familia comenzó a preocuparse y a avisó a las autoridades que se personaron en la casa. Encontraron manchas de sangre y el esqueleto del dueño. "La jaula estaba abierta. El animal caminaba por la zona mostrándose agresivo. Y en el lugar encontramos los restos del esqueleto de un hombre", dijo el detective Alexey Petrov.

Los agentes dispararon al oso pardo después de que matase a uno de los perros de la casa que intentó defender tanto a la esposa como a la hija de Sergey del ataque del animal.

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