El cuarto juicio por un triple asesinato cometido en Florida en 1994 libró este miércoles al hispano-estadounidense Pablo Ibar de la pena de muerte a la que se enfrentó durante 16 años, pero lo condenó a cadena perpetua tras ser hallado en enero pasado culpable de ese crimen.
Habrá apelación contra esa condena de prisión de por vida contra Ibar, aunque se trate de un mal menor si se compara con la otra posibilidad, que era la pena de muerte. Ese es el proceso que se inicia ahora, crucial en él serán las donaciones a la fundación de Pablo Ibar para el recurso legal que se presentará ante el Tribunal de Apelación del cuarto distrito de Florida.
Pablo Ibar daba un largo suspiro de alivio y miraba a su familia, que estaba sollozando justo a su derecha, al conocer la sentencia del Tribunal. Esa sentencia de prisión de por vida no es, desde luego, ideal, pero al menos Ibar puede celebrar su vida.
El hispano-estadounidense sabe que ni ahora ni ya nunca será ejecutado, aunque ahora se inicia un largo proceso judicial de años en busca de una apelación. Es posible que algún día pueda salir en libertad.
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