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CON LA AYUDA DE UNA UNIVERSIDAD
Un padre diseña e imprime una prótesis funcional para su bebé sin mano porque los médicos no se la querían dar
Después del éxito y la felicidad de su bebé con su nueva mano, el británico, que era profesor de psicología, dejó su trabajo y creó una empresa que se dedica a hacer prótesis.
Sol nació con un coágulo de sangre que obligó a los médicos a amputarle su mano izquierda con sólo 10 días. Sin embargo, sus padres nunca se rindieron y Ben Ryan decidió que debían centrarse en lo que podían hacer para mejorar la vida de su bebé.
El padre, profesor de psicología, decidió que cuanto antes operasen a la pequeña mejor sería su recuperación y desarrollo. Sin embargo, los médicos británicos, país en el que residen, le explicaron que a los niños no se les da ninguna prótesis hasta que tengan, al menos, un año y que son estéticas, es decir, no tienen funcionalidad alguna.
Ryan pensó que esa opción era insuficiente y que el único modo de conseguir lo que él quería era hacerlo él mismo. Según recoge BBC, primero probó con un prototipo de gomaespuma, que la bebé acogió muy feliz y con el que intentó dar golpes. Por ello, siguió con su trabajo con otro prototipo hecho con pequeños trozos de tuberías y cuando ya tenía forma se fue a la Universidad de Bangor, donde habían abierto un laboratorio de innovación, para pedir ayuda.
Poco a poco, el proyecto fue cogiendo forma y llegaron hasta imprimir en tres dimensiones un nuevo brazo para Sol. Ahora, la bebé tiene otro brazo con un pulgar movible que su padre pudo imprimir en pocos días. Además, gracias a esta experiencia, Ryan dejó su trabajo y fundó una empresa que se dedica a la creación de prótesis.
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