En la misiva, el progenitor explicaba que se encontraba en Cerignola (Italia) donde se iba a suicidar, agregó la policía, que dijo que no se hizo pública la carta para respetar la intimidad de la familia y no entorpecer la investigación. La información policial suiza confirma la noticia publicada hoy por el diario italiano "La Repubblica", que aseguraba que el padre de las mellizas de seis años envió una carta a la madre antes de suicidarse en la que decía que "las niñas reposan en paz" y "no han sufrido".
Las pequeñas Alessia y Livia Schepp estaban desaparecidas desde el pasado 31 de enero. Los investigadores suizos tuvieron conocimiento de la existencia de esa carta el 8 de febrero, así como de otras siete misivas, que contenían en total 4.400 euros que el padre había retirado en la ciudad francesa de Marsella y enviado a su ex esposa. Pero el portavoz policial Jean-Christophe Sauterel insistió hoy en que, a pesar de la existencia de la carta, "no tenemos ninguna certeza de si las niñas están vivas o muertas. Todo sigue en marcha para tratar de encontrarlas".
No obstante, la búsqueda ya no se realiza en el territorio suizo, después de que se confirmara que las dos mellizas viajaron junto a su padre en un ferry desde Marsella a la isla de Córcega. El delegado del Gobierno de Marsella informó ayer de que varios testigos vieron a las niñas junto a su padre en el ferry, por lo que Córcega es el centro de las investigaciones de la Policía.
Alessia y Livia Schepp se encuentran en paradero desconocido desde que su padre, separado de su madre, se las llevó para pasar el fin de semana del 29-30 de enero desde la localidad suiza de St-Sulpice, cercana a Lausana. Matthias Schepp se suicidó el 3 de febrero arrojándose a una vía de tren en la estación de Cerignola (Italia), adonde llegó en coche desde Francia. La Policía también reveló ayer que el padre consultó desde su ordenador páginas de Internet con información sobre las sustancias utilizadas en envenenamientos. El sábado 29 de enero, Schepp recogió a sus hijas de casa de su madre, y el domingo avisó por sms de que no las devolvía esa misma noche, sino que las iba a dejar el lunes por la mañana en la escuela.