Publicidad
HA OCURRIDO EN REINO UNIDO
"Mi padre es un malvado", así denunció una niña de 6 años las brutales palizas sufridas por su madre durante tres años
"Papi está hiriendo a mamá, ella dice que lo ama, pero él la sigue lastimando", así explicó una niña de 6 años el calvario por el que estaba pasando su madre. El padre ha sido condenado a 18 años de cárcel por un tribunal de Sheffield.
Jodie y Scott Keegans se casaron el día de Halloween de 2009 y nada hacía pensar entonces a la joven británica que su matrimonio iba a convertirse en una auténtica pesadilla. Aunque durante los primeros años, Scott tuvo un comportamiento normal desde 2015 se volvió más controlador y posesivo.
Fue entonces cuando comenzaron las palizas, brutales agresiones que Jodie tuvo que soportar a diario. "Sufrió palizas diarias que la dejaron con costillas y hombros rotos y contusiones en más del 95% de su cuerpo" informa The Sun.
Empezó a ser algo habitual que su marido la mordiese, golpeara o pisoteara. El digital británico relata una agresión especialmente cruel. Keegans casi le arranca la oreja a Jodie, pero le impidió ir al hospital.
Jodie se acostumbró a vivir con miedo y se convenció de que en una de esas palizas la mataría. Sin embargo gracias a su hija, "una superheroína" ha conseguido salir del infierno y comenzar de nuevo a virvir.
La pequeña de 6 años confesó a su maestra: "mi padre es un malvado". En el colegio les estaban explicando la importancia de denunciar si sentían intimidados por alguien y fue entonces cuando la niña explicó a su profesora que "papi está hiriendo a mamá, ella dice que lo ama, pero él la sigue lastimando".
A raíz de esto las autoridades con ayuda de la familia comenzaron a estudiar el caso y sin poder evitar una última brutal agresión sí pudieron detener a Scott que ha sido condenado culpable a 18 años de cárcel por un tribunal de Sheffield por seis cargos de agresión, agresión sexual y violación.
El 22 de diciembre de 2017 Jodie vivió una cruel secuencia de palizas. Scott la golpeó durante horas con un rodillo, causándole moratones en el 95% de su cuerpo, "solo se detuvo cuando estaba cansado". A la mañana siguiente la pesadilla volvió a repetirse.
Después de esta agresión los agentes llegaron al domicilio y Jodie les confesó: "creo que soy víctima de violencia de género" y les enseñó todas las heridas que el monstruo de su marido le había causado.
Publicidad