Personal médico accede a una zona restringida durante el rescate en Tailandia

Publicidad

CONTINÚA EL RESCATE

Los padres de los niños rescatados de la cueva de Tailandia "al fin pueden descansar"

Un profesor de la escuela Mae Sai Prasitsart ha hablado con algunos de los familiares de las víctimas, quienes confiesan que al fin pueden descansar después del rescate de cuatro de los niños.

Los padres de los cuatro niños rescatados por el momento de una cueva de Tailandia han podido al fin "dormir" tras el inicio este domingo de la operación de salvamento y que continúa hoy para sacar a los nueve jóvenes aun atrapados.

Suwicha Jitbarn, profesor de la escuela Mae Sai Prasitsart, declaró que pudo hablar con algunos de los familiares de las víctimas. "Me dijeron que al fin han podido descansar", comentó el tutor tailandés sin precisar el nombre de los padres con los que contactó.

El docente imparte desde hace dos meses clases de tecnología a Peeraphat Somphiengjai, de 16 años, uno de los niños que quedaron atrapados el pasado 23 de junio en la cueva Tham Luang, en la norteña provincia de Chiang Rai, cerca de la frontera con Birmania (Myanmar).

Los equipos de rescate lograron el domingo sacar con vida a cuatro de los trece aprisionados, doce estudiantes y un adulto, tras superar una complicada misión de salvamento entre pasadizos subterráneos parcialmente inundados y fuertes desniveles con una visibilidad nula.

Las autoridades no han precisado ni los nombres ni las edades de los rescatados y solo han dicho que fueron ingresados en el hospital provincial de Chiang Rai para evaluar su estado de salud.

Tras una interrupción de las operaciones con el objetivo de reponer las bombonas de aire comprimido utilizadas en las tareas de evacuación, la segunda misión procede hoy bajo el secretismo decretado por las autoridades.

El maestro describe a Peeraphat como un niño "callado", pero "educado y de buen corazón". "Lo fui a ver una vez jugar al fútbol y sentí orgullo. Es un chiquillo muy bueno", comenta el instructor sobre su pupilo, que junto a otros 11 niños y un entrenador -quienes también quedaron atrapados en la cueva- conforman el equipo "jabalíes salvajes". Los padres de Peeraphat han solicitado al colegio que conceda al menos unas "vacaciones" para cuando salga de la cueva con la finalidad de que acuda a un monasterio budista durante 15 días.

Las familias "están preocupadas por la seguridad" tanto de sus parientes como de los miembros de los equipos de rescate ante las dificultades que presenta la caverna, dice Suwicha. "Las noticias son buenas, permanecemos optimistas de ver pronto al grupo en el campo de fútbol.

Ahora mismo (dentro de la cueva) están disputando el partido de sus vidas", zanja el maestro, de 33 años. La llegada el sábado de un temporal de lluvias a la región y que permanecerá durante gran parte de la semana determinó el inicio de la operación de rescate. Las precipitaciones son una de las principales preocupaciones de las autoridades, debido a que el agua filtrada por el monte puede volver a inundar las galerías y anular el drenaje efectuado desde que fueron hallados con vida los 12 escolares -de entre 11 y 16 años- y su tutor -de 26-.

Los trece se internaron en las galerías el sábado 23 de junio tras un entrenamiento de fútbol cuando una súbita tormenta comenzó a inundar la cavidad y les cortó la salida. Los equipos de rescate, en los que participaban más de 1.300 personas, les encontraron nueve días después en una isla de terreno seco a unos cuatro kilómetros en el interior de la caverna. "Van a salir pronto y todos vamos a estar esperándoles", dice convencido el profesor, quien asegura que perdonará los deberes atrasados a su pupilo.

Publicidad