Los padres de Bowe Bergdahl, el militar estadounidense liberado en Afganistán tras casi cinco años retenido por los talibanes, dijeron que todavía no se han comunicado con él para "darle tiempo" a adaptarse a su nueva situación y afirmaron que su hijo no concederá entrevistas hasta un "futuro distante".
Bob y Joni Bergdahl, padres del sargento de Infantería de 28 años que fue liberado el sábado a cambio del traslado a Catar de cinco presos afganos de Guantánamo, ofrecieron una declaración sin preguntas a la prensa en la localidad donde viven, Boise (Idaho, EEUU). "Estamos hablando aquí porque todavía no hemos hablado con Bowe, no le hemos llamado por teléfono, aunque podríamos hacerlo porque hay tecnología de satélite", dijo Bob Bergdahl, en referencia a su hijo, que hoy llegó al centro médico regional de Landstuhl, en Alemania, para recuperarse del trauma y de sus problemas de salud.
"Hay una razón para eso, y es que Bowe lleva tanto tiempo fuera que necesita tiempo", explicó el padre, quien comparó la situación con la de un submarinista que desciende a grandes profundidades y debe regresar poco a poco a la superficie "para descomprimir". "Si vuelve demasiado rápido, podría matarle", explicó.
El padre de Bergdahl, que el sábado reveló que su hijo tiene dificultades para comunicarse en inglés y le dedicó unas palabras en idioma pashtún, se mostró confiado en que su hijo se recuperará y que antes o después podrá ver el vídeo de la declaración que hoy le dedicaron él y su esposa. "Algún día habrá tiempo para entrevistas. Tengo muchas cosas que decir sobre esto y estoy seguro de que Bowe también las tiene, pero eso es todavía un asunto para un futuro distante; y no dejaré que las cosas se interpongan en el camino de la recuperación de Bowe", sostuvo Bob Bergdahl.
Asimismo, pidió a su hijo que escuche detenidamente al equipo que está cuidando de él en Alemania, al asegurar que él y su esposa los han "enviado" allí después de "seleccionarlos cuidadosamente". Pensando en el momento en que su hijo vea el vídeo, el padre le dijo que está orgulloso de su "carácter, paciencia, persistencia", su "capacidad de adaptarse a otras culturas y conocimientos de idiomas", y sobre todo, de lo mucho que quería "ayudar al pueblo afgano y lo lejos" que estaba dispuesto a ir para lograrlo.
Su madre, por su parte, habló de forma directa a su hijo para expresarle que nunca ha perdido la esperanza de reencontrarse con él y que tiene ganas de darle "un abrazo de oso" tras estos cinco años que se hicieron "interminables". "Concédete el tiempo que necesites para recuperarte o descomprimir. No hay prisa. Tienes toda tu vida por delante", indicó Joni Bergdahl.