Daniel Lewis Lee es el primer preso al que la administración federal de Estados Unidos aplica la pena de muerte desde hace 17 años. La ejecución se ha producido horas después de que el Tribunal Supremo diera luz verde a retomar la pena capital. El reo era un supremacista blanco que fue condenado en 1999 a muerte por asesinar a un traficante de armas, a su mujer y su hija de ocho años.
Ha sido ejecutado con una inyección letal según ha comunicado la prisión de la localidad de Terre Haute, en Indiana.
El Supremo abre la puerta a nuevas ejecuciones federales
El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha autorizado que pueden llevarse a cabo las primeras ejecuciones federales en 17 años. Se ha revocado el fallo de una magistrada que había paralizado esta medida decidida en 2019.
El fallo fue aprobado por cinco votos a favor y dos en contra. Se emitió tras la apelación por parte del Departamento de Justicia a la decisión de la jueza Tanya S. Chutkan.
La jueza afirmó en que los nuevos protocolos podrían suponer una violación de la Octava Enmienda de la Constitución. Esta prohibe las "penas crueles", ya que la droga que se utiliza para las ejecuciones de los presos " "produce sensación de ahogamiento y asfixia" provocando "dolor excesivo, terror y pánico".
El fallo cuenta con la opinión desfavorable de los jueces Stephen Breyer y Sonia Sotomayor.
Estaba prevista la ejecución por inyección letal de Daniel Lewis en Indiana. Lewis fue condenado en el año 1999 por asesinar a tres miembros de una misma familia. Junto a otro hombre, pretendía crear una comunidad supremacista blanca.
La última se realizó en 2003
La última ejecución se produjo en el año 2003. Actualmente hay 62 presos condenados a la pena de muerte por el Gobierno federal, según el Centro de Información sobre la pena de muerte.
Varios estados han abolido la pena de muerte. De los 50 estados que tiene el país, 22 ya lo han hecho. El último ha sido Colorado durante el mes de marzo.