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Museos y monumentos los prohíben
Los palos de 'selfies', objetos 'non gratos' en los espacios culturales y artísticos
El Coliseo de Roma, la National Gallery de Londres, el Palacio de Versalles... Los responsables de museos y monumentos de todo el mundo están de acuerdo: los populares palos de 'selfie' suponen un peligro potencial para las obras de arte, para los restos arqueológicos y para aquellos visitantes que las contemplan.
Cada vez son más los que prohíben el uso de palos de selfie en el interior de los recintos culturales o artísticos. Desde Nueva York hasta Australia, pasando por Barcelona o Madrid, hasta el Coliseo de Roma. El monumento más visitado de Italia (16.000 turistas al día) decidió prohibirlo cuando dos americanos grabaron en una pared sus nombres para hacerse un 'selfie' con el palo.
"Son muy peligrosos porque totalmente abiertos y con el brazo estirado, bloquean casi la mitad de los pasillos, y además pueden rallar paredes o esculturas en exhibición", dice Rossella Rea, la directora del Coliseo.
Delante de la Galeria Nacional de Londres, no hay problemas para desplegar el palo-selfie, pero en su interior se consideran igual que los paraguas, objetos largos que pueden dañar las piezas valiosas o las obras de arte, por no hablar de la integridad de los visitantes. "Yo creo que usar el 'selfie stick' alienta aún más la idea de entrar a un museo para hacerse selfies y no para apreciar el arte", asegura Nicoletta, una turista griega.
Tampoco a algunos visitantes del Palacio de Versalles, en las afueras de París, le hacen gracia los palo-selfies y está de acuerdo con que se prohíban en estos espacios. "Los que los llevan no se dan cuenta que hay gente alrededor. No respetan a los demás. Incluso para hacer fotos, te encuentras todo lleno de palos", se queja Adrián, de México.
Los museos Smithsonian de Washington los han vetado, aunque eso no impide a Barack Obama sumarse a la moda. Eso sí, dentro de su zona privada de la Casa Blanca.
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