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VIAJE ALREDEDOR DE MÉXICO
El Papa ve "conveniente" que en una familia "vuele algún plato" de vez en cuando
El Papa Francisco habló de suegras, platos rotos y cirugía estética para defender con firmeza a la familia y el matrimonio frente al aislamiento y la búsqueda de confort del mundo actual, en el acto más distendido pero también uno de los más emotivos de su viaje a México. El implacable sol y las temperaturas de 35 grados no impidieron que los fieles se entregaran al Pontífice al grito de "Viva Francisco" y "Se ve, se siente, el Papa está presente".
El Papa Francisco afirmó en Chiapas (sur de México) que ve "conveniente" que en una familia "vuele algún plato" de vez en cuando, pero aclaró que un matrimonio nunca debe terminar el día sin haberse pedido perdón, porque eso genera una "guerra fría". Francisco hizo esa reflexión en el tradicional encuentro de familias que celebra en todos sus viajes y que en el caso de Chiapas tuvo lugar en el estadio de fútbol de la capital estatal, Tuxtla Gutiérrez.
Lo hizo tras escuchar el testimonio de varias personas, entre ellos el de un matrimonio que fue a renovar sus votos ante el pontífice a los 50 años de haberse casado. "Hoy en día vemos y vivimos por distintos frentes cómo la familia está siendo debilitada, cuestionada" porque "se cree que es un modelo que ya pasó y que no tiene espacio en nuestras sociedades", dijo el líder católico.
Unas sociedades, agregó, "que, bajo la pretensión de modernidad propician cada vez más un modelo basado en el aislamiento". Y en ellas, que "se dicen sociedades libres, democráticas, soberanas, se van inoculando colonizaciones ideológicas que las destruyen y terminamos siendo colonias de ideologías destructoras del núcleo de la familia, que es la base de toda sana sociedad", opinó.
Reconoció que "vivir en familia no siempre es fácil, muchas veces es doloroso y fatigoso", pero aclaró que prefiere "una familia herida, que intenta todos los días conjugar el amor, a una familia y sociedad enferma por el encierro y la comodidad del miedo a amar".
"Prefiero una familia que una y otra vez intenta volver a empezar", que tiene "rostro cansado por la entrega", a "una sociedad narcisista y obsesionada por el lujo y el confort", con "rostros maquillados que no han sabido de ternura y compasión", argumentó.
También lamentó que mucha gente prefiere "salir de vacaciones", comprarse tierras, "el lujo y el confort", a tener descendencia, y cuando quieren hijos ya se les "pasó la hora". "Prefiero un hombre y una mujer, Don Aniceto y señora con el rostro arrugado por las luchas de todos lo días, que después de más de 50 años se siguen queriendo, y allí los tenemos y el hijo aprendió la lección, ya lleva 25 de casado", dijo sobre la pareja de ancianos que se presento ante él.
Reveló que cuando preguntó a la pareja "quién tuvo más paciencia", respondieron que "los dos". Cuando Francisco afirmó luego que "hay que saber perdonarse" señaló que "es conveniente que una familia discuta y que vuele algún plato" de vez en cuando. "El único consejo es que no termine el día sin hacer las paces", porque "si terminan el día en guerra van a amanecer ya en guerra fría y la guerra fía es muy peligrosa en la familia", debido a que "va socavando desde abajo las arrugas de la fidelidad conyugal".
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