El Papa Francisco aseguró que el mundo entero mira hacia África como el "continente de la esperanza", por lo que espera aprovechar su primera gira africana para reclamar soluciones a sus problemas y resaltar sus logros y virtudes. A su llegada a Uganda y tras mantener un breve encuentro con el presidente, Yoweri Museveni, el pontífice ensalzó la preocupación "excepcional" de este país por acoger a refugiados "para que puedan reconstruir sus vidas con seguridad y con el sentido de la dignidad que proporciona ganarse el sustento mediante un trabajo honrado".
"Nuestro mundo, atrapado en guerras, violencia y diversas formas de injusticia, es testigo de un movimiento de personas sin precedentes", alertó. En su opinión, la manera como tratamos a los refugiados es una prueba "de nuestra capacidad de humanidad, de respeto por la dignidad humana y, sobre todo, de nuestra solidaridad".
El Papa también aprovechó la ocasión para pedir a los gobiernos que garanticen una "buena y transparente" gestión pública, un desarrollo humano "integral" y una distribución "racional y justa" de los bienes. Además, recordó la importancia de ofrecer a los jóvenes esperanza, oportunidades de educación, empleo remunerado y la oportunidad de participar plenamente en la vida de la sociedad.
Durante su visita a Uganda, la segunda parada de su gira africana, el Papa conmemorará el quincuagésimo aniversario de la canonización de los mártires del país, a los que se refirió como "verdaderos héroes nacionales". "Ellos nos recuerdan que, a pesar de nuestros diferentes credos y convicciones, todos estamos llamados a buscar la verdad, a trabajar por la justicia y la reconciliación y a respetarnos", añadió.
Francisco visitará este sábado el santuario anglicano de los mártires de Namugongo, cerca de Kampala, donde oficiará una misa en recuerdo de los ugandeses católicos y anglicanos asesinados entre 1884 y 1887.