"No tenemos miedo de decir esto: el mundo está en guerra porque ha perdido la paz", dijo el Papa Francisco a los medios de comunicación que le acompañan en el viaje, poco antes de aterrizar en el aeropuerto Juan Pablo II-Balice para participar en la Jornada Mundial de la Juventud de Cracovia.
La ciudad le recibe entre fuertes medidas de seguridad y el Papa permanecerá aquí hasta el próximo domingo. Al pié de la escalerilla, le esperaban el presidente polaco, Andrzej Duda, su esposa Agata Kornhauser-Duda, y el arzobispo de Cracovia, Stanislaw Dziwisz, acompañados de dos niños ataviados con los trajes típicos polacos.
En el vuelo, Francisco afirmó que "hablo en serio de guerra, una guerra de intereses, por dinero, por los recursos de la naturaleza, por el dominio de los pueblos. Pero no es una guerra de religiones, porque todas las religiones quieren la paz".El Pontífice quiso comentar los últimos episodios de violencia y los atentados, como el asalto a una iglesia en el norte de Francia, en el que fue asesinado un sacerdote. Francisco dijo que la primera palabra que viene a la cabeza sobre el actual momento de violencia es "inseguridad, pero que la verdadera palabra es guerra".
Se refirió al religioso francés de 86 años Jacques Hamel, asesinado mientras celebraba misa en la localidad de Saint-Etienne-du-Rouvray, en Normandía, pero quiso recordar la muerte de muchos inocentes y no sólo en Europa.
"Desde hace tiempo decimos que el mundo vive una guerra a trozos. Recordamos a este santo sacerdote que ha muerto en el momento en el que recogía las oraciones para la Iglesia. Él es uno, pero cuántos cristianos, cuántos inocentes, cuántos niños...Pensemos, por ejemplo en Nigeria", afirmó el pontífice.