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ENTRE FUERTES MEDIDAS DE SEGURIDAD
El Papa Francisco viaja a República Centroafricana, la última y más peligrosa etapa de su gira africana
El Pontífice ha sido recibido a su llegada por la presidenta del Gobierno de transición, Catherine Samba-Panza y por otros miembros de la clase dirigente a quienes les ha pedido que se inspiren en el lema del país "Unidad, dignidad y trabajo". Además ha pedido a aquellos que tienen medios suficientes para vivir que traten de ayudar a quienes lo necesitan para que puedan llevar una vida "acorde con la dignidad humana".
El Papa Francisco inicia su viaje de dos días a República Centroafricana en la que será la última y más peligrosa etapa de su gira africana debido a la precaria seguridad en el país, que celebra elecciones presidenciales dentro de un mes.
El pontífice, que parte desde Uganda ha llegado a Bangui entre fuertes medidas de seguridad y con la protección especial de los cascos azules y de las tropas francesas desplegadas en el país desde finales de 2013.
Nada más llegar, el Papa Francisco ha sido recibido por la presidenta del Gobierno de transición, Catherine Samba-Panza, y por miembros de la clase dirigente y del cuerpo diplomático para analizar la situación del país. Bergoglio ha pedido al Gobierno y a sus ciudadanos que se inspiren en el lema del país, "unidad, dignidad y trabajo" para superar el conflicto interreligioso que en los últimos dos años ha costado la vida a miles de personas.
En su opinión, 'unidad, dignididad y trabajo', son tres palabras que expresan "las aspiraciones de todos los centroafricanos" y son una "brújula segura para las autoridades que han de guiar los destinos del país", pues representan "más una obra por hacer que un programa acabado".
Durante el discurso, pronunciado en el palacio presidencial, el Papa llamó la atención a la clase política y aseguró que las autoridades deben "ser un ejemplo para sus compatriotas". "Se ha de vivir y construir teniendo en cuenta la maravillosa diversidad del mundo, evitando la tentación de tener miedo de los demás, del que no nos es familiar, del que no pertenece a nuestro grupo étnico", añadió el pontífice.
Asimismo, recordó que "hay que hacer lo que sea para salvaguardar la condición y dignidad de la persona humana", y pidió que aquellos que tiene medios para vivir traten de "ayudar a los pobres" para que puedan llevar una vida "acorde con la dignidad humana". Por ello, el acceso a la educación y a la sanidad, la lucha contra la desnutrición y el esfuerzo por asegurar una vivienda digna, han de ser la prioridad de cualquier plan de desarrollo, puntualizó Jorge Bergoglio.
A mediodía, el pontífice se desplazará a un campo de refugiados -se estima que hay casi un millón de desplazados y refugiados en el país- y comprobará in situ las condiciones de vida de sus habitantes.
Ya por la tarde, Bergoglio se reunirá con los obispos de República Centroafricana y otros líderes religiosos antes de celebrar una misa con sacerdotes, catequistas y jóvenes en la catedral de Bangui. Después confesará a algunos jóvenes locales y dará comienzo a la vigilia de la oración en la explanada de la catedral.
República Centroafricana se encuentra en una situación inestable desde que los exrebeldes Séléka -de mayoría musulmana- derrocaran el Gobierno de François Bozizé en 2013 y provocaran una reacción de las milicias anti-balaka -cristianos y animistas-.
A pesar de que se instauró un Gobierno de transición a principios de 2014, una nueva ola de violencia afecta sobre todo a Bangui y, desde el pasado mes de septiembre, más de 100 personas han muerto como consecuencia de las escaramuzas entre ambos bandos.
Se espera que la visita del Papa Francisco permita rebajar la tensión entre musulmanes y cristianos y lograr las condiciones de seguridad necesarias para celebrar un referendo constitucional (13 de diciembre) y unas elecciones presidenciales (27 de diciembre) clave para el devenir del país.
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