Benedicto XVI, en la misa de clausura de su visita a Cuba

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CIENTOS DE MILES DE FELIGRESES ACUDIERON A LA MISA

El Papa pide cambios en Cuba y el mundo entero

Benedicto XVI ha celebrado la misa de clausura de su visita a Cuba en la Plaza de la Rervolución de La Habana. Ha exigido mayor libertad religiosa en Cuba para que la Iglesia Católica amplíe su labor social.

El Papa Benedicto XVI ha dicho hoy en La Habana que "Cuba y el mundo necesitan cambios" y ha exigido mayor libertad religiosa en el país caribeño para que la Iglesia Católica amplíe su labor social. Ante cientos de miles de personas reunidas en la plaza de la Revolución de La Habana, lugar de los grandes acontecimientos relacionados con la revolución comunista cubana, el pontífice ha oficiado una misa en la que ha reivindicado la dignidad inviolable del ser humano. Ha advertido contra el escepticismo y el relativismo y ha puesto en guardia contra las personas que no se comprometen con la sociedad.

A la misa ha asistido el presidente cubano, Raúl Castro, vestido con una guayabera blanca, que ocupó la primera fila. Una imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba, presidió la misa. "Cuba y el mundo necesitan cambios, pero éstos sólo se darán si cada uno está en condiciones de preguntarse por la verdad y se decide a tomar el camino del amor, sembrando reconciliación y fraternidad", ha afirmado el papa con rotundidad. Esas palabras recordaron las pronunciadas hace 14 años por Juan Pablo II en 1998 cuando visitó la isla y dijo la ya famosa frase: "Que Cuba se abra al mundo y el mundo a Cuba".

Respecto a la necesidad de cambios, hace dos días a su llegada a Santiago de Cuba y ante Raúl Castro, el pontífice pidió a los cubanos que luchen por una sociedad "abierta y renovada" y les exhortó a la reconciliación, a la vez que se mostró convencido de que Cuba "mira ya al futuro". En ese mismo discurso condenó con firmeza el capitalismo salvaje, "que ha dejado al hombre desprotegido frente a ciertos poderes que no tienen en cuenta el bien auténtico de las personas y las familias".

Benedicto XVI ha reclamado también hoy mayor libertad religiosa en Cuba para que la Iglesia ejerza su labor plenamente. "Es de reconocer con alegría que en Cuba se han ido dando pasos para que la Iglesia lleve a cabo su misión insoslayable de expresar pública y abiertamente su fe. Sin embargo, es preciso seguir adelante, y deseo animar a las instancias gubernamentales de la Nación a reforzar lo ya alcanzado y a avanzar por este camino de genuino servicio al bien común de toda la sociedad cubana", ha agregado. El Pontífice ha señalado que el derecho a la libertad religiosa, tanto en su dimensión individual como comunitaria, manifiesta la unidad del ser humano, que es ciudadano y creyente a la vez, y ha añadido que es también legitimo que los creyentes ofrezcan su contribución a la edificación de la sociedad.

El pontífice ha asegurado que cuando la Iglesia pone de relieve el derecho a la libertad religiosa "no está reclamando privilegio alguno", sino que pretende ser "sólo fiel al mandato de Cristo, sabedora de que donde Cristo se hace presente el hombre crece en humanidad y encuentra su consistencia".

El texto del evangelio ha correspondido al de Juan en el que Cristo dice "la verdad os hará libres" y Benedicto XVI ha afirmado que Cristo es el "único" que puede mostrar la verdad y dar la genuina libertad. "Su enseñanza provoca resistencia e inquietud entre sus interlocutores", ha subrayado, a la vez que ha agregado que la verdad es un anhelo del ser humano y buscarla siempre supone un ejercicio de auténtica libertad. 
La misa se celebró en una mañana soleada y en la que una ligera brisa aplacó el calor. El altar fue colocado a los pies del monumento al héroe de la independencia cubana, José Marti, y frente a la efigie a tamaño gigante del Che Guevara colocada en la pared de uno de los edificios oficiales del lugar. Benedicto XVI regresará a Roma, dando por concluido su vigésimo tercer viaje por el mundo, que le ha llevado a México y Cuba.

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