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El Papa pide que se ponga fin al "naufragio de la civilización" en su visita a los refugiados en Lesbos
El Papa ha iniciado una visita por Grecia y Chipre y ha pedido que no se olvide a los refugiados que emprenden un viaje peligroso e incierto para llegar a Europa por el Mar Mediterráneo.
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El Papa, de gira por Chipre y Grecia, ha visitado a los miles de refugiados en la isla de Lesbos, símbolo de la crisis migratoria. Francisco ha recordado que el futuro solo será próspero si se reconcilia con los débiles.
Este domingo, el Papa ha visitado un campo de refugiados en Lesbos donde viven 2.500 personas. El Papa Francisco se ha referido al Mar Mediterráneo por donde miles de migrantes tratan de llegar a Europa y ha pedido que este mar no se convierta en un Mare Mortum. "No permitamos que se transforme en el "mar del olvido. Les suplico: ¡Detengamos este naufragio de civilización!", ha explicado lamentando que el Mediterráneo se pueda llegar a convertir en un "frío cementerio sin lápidas". Según Naciones Unidas, hay un total de 82 millones de refugiados en el mundo.
Francisco ha criticado también las actitudes de muchos líderes políticos. Para el pontífice son "egoísmos nacionalistas" y "cínico desinterés" que "arrastran a la opinión pública fomentando el miedo al otro". Además, ha pedido que se hable de los pobres o de las guerras olvidadas "generosamente financiadas".
El Papa critica la situación
El Papa ha advertido sobre el retroceso democrático que se está viviendo en muchos países del mundo. "Cierres y nacionalismos, nos enseña la historia, llevan a consecuencias desastrosas. Es una ilusión pensar que basta con salvaguardarnos a nosotros mismos, defendiéndonos de los más débiles que llaman a la puerta. El futuro nos pondrá cada vez más en contacto unos con otros; para orientarlo hacia el bien no sirven acciones unilaterales, sino políticas más amplias", ha señalado.
Entre sus actividades, el pontífice ha mantenido un encuentro con 200 personas, en su mayoría refugiados de Siria y Afganistán, ha visitado los contenedores donde son acogidos y ha escuchado tantos sus testimonios como los de voluntarios que trabajan en el lugar.
Francisco se ha mostrado indignado por una situación que ha cambiado "poco" desde su última visita a Lesbos en 2016 y ha arremetido contra el "continuo rebote de responsabilidades".
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