'Los papeles de Uber' revelan presiones a líderes políticos y actividades ilegales

Una investigación de más de 124.000 documentos liderada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación y el diario británico The Guardian, saca a la luz las estrategias de presión y técnicas ilegales que utilizó la empresa Uber para favorecer su posicionamiento en los mercados locales. Aquí en España, donde también han salido a la luz documentos, la investigación ha contado con la colaboración de laSexta y el diario El País como medios asociados.

En 2014, mientras miles de taxistas protestaban en las principales ciudades europeas por la amenaza que para ellos suponía una empresa que operaba, en muchos casos, sin estar sujeta a ningún tipo de regulación y al límite de la legalidad, Uber utilizaba toda su artillería pesada para que se flexibilizara la ley en su favor. De hecho, la empresa nacida en Silicon Valley aprovechó las protestas del sector del taxi para mostrarse como una víctima de la reacción de los conductores y acercarse así a varios líderes políticos.

Uber dedicaba millones de dólares al año a hacer presión e intentar que altos cargos de toda Europa, como el mismo Emanuel Macron, adaptaran las normas laborales a su favor. La confrontación entre Uber y las autoridades locales se convirtió en el modus operandi de la compañía.

En España, la investigación, en la que han colaborado La Sexta y El País, ha permitido saber que la empresa se reunió con el ahora president de la Generalitat, Pere Aragonès, cuando entonces era miembro de una comisión sobre economía colaborativa. También lo intentó con quien presidía el Govern en el 2014, Artur Mas, y La Moncloa, Mariano Rajoy, aunque, según estos medios, niegan que la reunión se acabara produciendo.

Gracias a 83.000 correos electrónicos filtrados a The Guardian y otros mil archivos relacionados con conversaciones de tres portátiles y cuatro iPhones, un total de 182 gigabytes de información, se han conocido los trapos sucios de la empresa tecnológica entre 2013 y 2017. Fue en ese período de tiempo cuando Uber emprendió la gran y agresiva expansión de su actividad por todo el mundo.

La investigación en España

LaSexta y El País son los medios españoles que han colaborado en la investigación. Según informan, Uber planteó no cumplir con la prohibición para operar en España y exigió investigar al juez que la ordenó.

La compañía aterrizó en Barcelona en abril de 2014 y hasta septiembre no llegó a Madrid. Los conductores de esta VTC estuvieron operando en la capital durante tres meses, hasta que el titular del Juzgado de lo Mercantil número 2 de Madrid, Andrés Sánchez Magro, ordenase en diciembre el cese de sus operaciones.

Fue entonces cuando el responsable de Políticas Públicas para Europa de Uber, Mark MacGann, puso sobre la mesa la posibilidad de desacatar el auto del juez.

La compañía pidió además "datos sobre el juez serán muy útiles". "Necesitamos conocer sus debilidades e ir a por ellas", exigía Elia Ferrer, una de las trabajadoras del departamento de Asuntos Públicos de la compañía. Los medios españoles se han puesto en contacto con Ferrer para obtener su versión, pero no ha querido responder las preguntas.

Los inicios de Uber

Uber inició su andadura en 2009 y creció de manera espectacular. En cuatro años estaba presente ya en más de 100 ciudades de todo el mundo y solo dos años después ya trabajaba en 500 localidades europeas. Hoy hacen de media 19 millones de viajes por día en promedio y tienen 115 millones de usuarios, según datos de la empresa.

Para muchos, el modelo de negocio de Uber era sinónimo de inseguridad laboral y precarización del trabajo. Uber afirma que su "comportamiento agresivo del pasado no está en consonancia con los valores actuales" y que hoy es una "empresa diferente".