Unas 38 parejas homosexuales se casaron en una boda colectiva en Sao Paulo, la mayor ciudad de Brasil, por "miedo" a las posibles consecuencias que pueda acarrarear la llegada del presidente electo, el ultraderechista Jair Bolsonaro, al poder.
Con la marcha nupcial de fondo y lanzamiento de arroz a la salida, las parejas, de diferentes edades, se dieron el 'sí quiero' en una ceremonia civil celebrada en un centro cultural en el corazón de la capital paulista.
El acto fue una iniciativa de Casa 1, una ONG que acoge a personas del colectivo LGTBI en situación de riesgo y que ayudó a estas parejas, en su mayoría de baja renta, a casarse a través de una campaña de financiación popular que recaudó unos 13.000 dólares.
"Cuando Bolsonaro fue elegido, muchas personas de la comunidad LGTBI se quedaron preocupadas y con miedo porque hoy en Brasil el matrimonio civil entre personas del mismo sexo es permitido, es legal", explica Laís Rissato, coordinadora del grupo de comunicación de Casa 1. Pero, añadió, "cuando salió el resultado de la elección mucha gente se preocupó pensando: '¿Será que el año que viene vamos a continuar pudiendo casarnos? ¿Vamos a tener nuestros derechos garantizados?' Por eso, resolvimos organizar la boda colectiva".
Bolsonaro, un capitán de la reserva del Ejército, criticado por sus polémicas declaraciones de tinte machista, racista y homófobo, será investido presidente de Brasil el 1 de enero en Brasilia tras ganar la segunda vuelta de las elecciones de octubre con un 55% de los votos.
En una entrevista a la revista Playboy en 2011, el mandatario electo afirmó que "sería incapaz de amar a un hijo homosexual" y que, de ser así, le preferiría muerto "en un accidente" antes que verle con otro hombre.
No obstante, Bolsonaro se comprometió esta semana en un acto, en el que recibió un diploma que lo reconoce como presidente electo, a gobernar para "todos los brasileños, sin prejuicios de sexo, raza o religión".
En Brasil no existe ninguna legislación sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo, pero se permite en los registros civiles en función de una decisión judicial adoptada en 2013. En la boda colectiva, en la que no faltaron las lágrimas, los besos y los ramos de flores, participó como maestra de ceremonias la actriz travesti Renata Carvalho, quien afirmó que "hoy el amor venció una vez más".