Perú
Pedro Castillo, el presidente de Perú que llegó criticando a Alberto Fujimori y ahora comparte prisión con él
Derrotó a Keiko Fujimori en las urnas y criticó la dictadura de su padre. Ahora, comparte prisión con él. Pedro Castillo ha pasado de ser el presidente favorito de Perú a quedar a un paso de la cárcel.
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En un intento fallido de golpe de Estado, Pedro Castillo sucumbió de la forma más ridícula posible. Así lo estimaron algunos de los diputados de la Cámara peruana, aludiendo a que Castillo trató de quedarse en el poder cuando no había mayoría para desbancarle. Finalmente, y tras su intentona golpista, Castillo ha sido cesado por el Parlamento y detenido por las autoridades, estando encerrado en la misma presión que Alberto Fujimori, expresidente que dio un golpe de Estado en Perú en 1992.
Con treinta años de diferencia, e irónicamente, el destino ha sido el mismo para ambos. Irónicamente, porque Castillo derrotó en las elecciones presidenciales a Keiko Fujimori, hija del expresidente, criticando a su padre por el golpe de Estado que perpetró hace tres décadas. Ahora, y pese a que parecía imposible hace un año y medio, ambos están encerrados en la misma cárcel por el mismo delito; Castillo se enfrenta a una pena que podría ser de hasta 20 años de prisión.
La llegada de Castillo al poder fue muy bien recibida por la izquierda de todo el mundo, incluida el ala más radical de países como China y Venezuela. Siendo un político poco conocido, su particular sombrero inundó las redes de memes, siendo comparado con el célebre personaje Speedy González. Castillo también ha sido apodado 'Sombrero Luminoso' tras su autogolpe fallido, en un símil al partido comunista peruano Sendero Luminoso, considerada una organización terrorista por numerosos países del mundo.
De referente a encarcelado
El triunfo de Pedro Castillo en Perú fue visto como un resurgir de los movimientos de izquierda en Latinoamérica. Tras su victoria, llegó el triunfo de Gabriel Boric en Perú, el de Gustavo Petro en Colombia, y más recientemente, el de Lula da Silva en Brasil. Así, y por primera vez en la historia, las principales potencias económicas de Latinoamérica (Argentina, Brasil, Colombia, Chile y Perú) van a estar dirigidas por gobiernos de izquierdas.
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No obstante, y pese a la arrolladora victoria de la izquierda en el último año en Latinoamérica, las últimas 48 horas han dado un doble giro radical en su contra. El primero de ellos ha sido la condena a seis años de cárcel a la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, por corrupción. Tan solo 24 horas después, Pedro Castillo provocaba un terremoto sociopolítico en Perú no visto desde hace 30 años. Ahora, se enfrenta a una situación judicial muy adversa a sus intereses por el fallido golpe que intentó perpetrar.
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