El periplo viral de un viajero que debía volar a Portugal con Ryanair y acabó en Málaga

Uno de los temores de muchos pasajeros es equivocarse de tren o avión y acabar lejos de su destino. Este temor se ha hecho realidad para Barry Masterson, un pasajero irlandés que cogió un vuelo con destino a Faro, en Portugal, pero acabó en Málaga, tal y como ha relatado él mismo a través de su cuenta de Twitter.

"Tomé un vuelo de Ryanair a Faro y estoy en Málaga, muchachos, no podrían inventarlo", es la frase con la que inicia su relato en Twitter este pasajero y que ya acumula más de 20.000 'me gusta' en esta red social. Masterson explica que mucha gente se estaba dando cuenta de que estaban en España y afirma "que el personal de vuelo estaba tratando de calmar a la multitud con la promesa de 'una caja misteriosa de respuestas' cuando llegaran".

Al parecer, según ha explicado un portavoz de la compañía aérea este error se ha debido a una huelga entre los controladores aéreos franceses lo que ha provocado que el vuelo acabara en España. "Este vuelo de Dublín a Faro del 16 de septiembre se desvió a Málaga después de haber sobrepasado la hora límite del aeropuerto de Faro debido a la interrupción de la huelga del Control de Tráfico Aéreo (ATC) francés, que estaba completamente fuera de nuestro control e impactó a todas las aerolíneas que vuelan hacia/desde/sobre Francia ese día", aseguró.

También, desde la compañía añaden que para subsanar este error contrataron un servicio de transporte para que todos los pasajeros del vuelo pudieran llegar rápidamente a su destino. En ese punto, es donde continúa el surrealista relato de Barry Materson: "Estamos en un autobús de 5 horas a Portugal ahora y hemos parado para gasolina y paradas para orinar en 5 minutos. Nunca saldré de aquí. 1 autobús para 157 personas, buena suerte a todos los que dejamos atrás".

En un gasolinera de Málaga

Continúa explicando que hace 12 horas estaba en el aeropuerto de Dublín, mientras que en el momento del tuit, a las 5:41 de la mañana estaba en una gasolinera de Málaga en lugar de en Faro. Incluso bromea con que no ha sido un sueño, sino que recién despierto su interminable viaje continúa. Acompaña además su relato con un tuit en el que se ve un mapa con su ubicación real y en la que dice que "es un fallo fácil de cometer".

Pero el periplo no acabó en España. Al pasar la frontera, debían cambiar de autobús, pero había autobusero sin coche. "Estoy tomando café", comenta resignado. Por si fuera poco, había reservado un taxi con destino a su hotel en Portugal y los trabajadores del país luso le escribieron molestos por la falta de aviso, a lo que Barry se disculpa por no haberlo podido hacer "a miles de pies en el aire siendo tomados como rehenes".

Finalmente, los pasajeros cruzaron la frontera con Portugal a las 10 de la mañana. A la 1 de la tarde, confirmó que ya había llegado a su destino: "Tuvimos que gastar 55 euros en un taxi para el tramo final del viaje, pero ya me he duchado y necesito comida".

El veto a Ribera mantiene en el aire a toda la nueva Comisión Europea