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HAY ALGUNOS AVANCES
Persisten los desacuerdos sobre el programa nuclear iraní
Las negociaciones sobre el programa nuclear iraní que se celebran en Viena registraron "avances reales" pero persisten puntos de desacuerdo, según afirmó el lunes la Casa Blanca, dando a entender que las mismas podrían prolongarse más allá del lunes.
La opacidad y la confusión dominaron este lunes la jornada número 17 de la negociación para intentar garantizar que Irán no fabrique armas atómicas, cuando vencía una nueva fecha límite para llegar a un acuerdo que parecía inminente desde hace 24 horas pero que no acaba de producirse. Pocas noticias y muchos rumores salieron del Hotel Palais Coburg de Viena, por donde pasaron los ministros de Exteriores de los siete países que negocian, Irán por un lado y, por otro, los miembros del grupo G5+1 (China, EEUU, Francia, Reino Unido, Rusia y Alemania).
Desde uno de los balcones, el jefe de la diplomacia iraní, Mohamad Yavad Zarif, aseguró a gritos a los periodistas que se encontraban abajo que se sentía "somnoliento y saturado de trabajo". Al ser preguntado si habrá un anuncio de acuerdo, Zarif respondió con un movimiento de cabeza que los periodistas iraníes interpretaron como el típico gesto de negación que se usa en ese país.
Más claro, pero igual de poco revelador sobre cuando terminará esta negociación, fue el mensaje colgado por Zarif en la red social Twitter. "Si se llega a un acuerdo, el triunfo de la diplomacia significa que todos habremos ganado donde todos podríamos haber perdido", dijo. Irán y el G5+1 coinciden en que un eventual acuerdo nuclear sería positivo para todos.
La República Islámica vería levantadas las sanciones económicas que estrangulan su economía y el mundo se aseguraría que el programa atómico iraní queda tan limitado que no podría desarrollar armas. El problema sigue siendo cómo llegar a ese acuerdo, sobre el que se viene negociando desde hace 20 meses en innumerables reuniones técnicas y cumbres políticas.
El ministro chino, Wang Yi, fue el único que se expresó en público sobre la necesidad de poner fin a un proceso al que sólo le falta ya voluntad política para hacer concesiones que permitan el entendimiento. "Creemos que no puede ni debe haber ningún retraso más", opinó el jefe de la diplomacia china.
Zarif se reunió una vez más con el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, que lleva diecisiete días sin moverse de Viena, la estancia más larga en décadas de un jefe de la diplomacia estadounidense en un mismo lugar en el extranjero. Rumores no confirmados se refirieron a una inminente reunión de los siete ministros, un formato de encuentro que no tuvo lugar desde hace una semana.
Las sanciones que pesan sobre Irán sigue siendo, según las filtraciones a los medios, el mayor obstáculo. Aparte de si deben levantarse inmediatamente, como exige Irán, o gradualmente, como propone Occidente, el principal problema parece referirse al embargo de armas aprobado por la ONU para forzar a Irán a ralentizar su programa nuclear y sentarse a negociar.
Teherán quiere que esa sanción se incluya entre las que sean levantadas mientras que Estados Unidos plantea que esa medida no está directamente relacionada con el programa nuclear, que es el objeto de la negociación.
Según la agencia rusa Tass, Irán admitiría que el embargo se aplicará durante seis meses más tras la firma del acuerdo, mientras Washington quiere que ese plazo sea de ocho años. Un periodo de dos años, podría ser la solución intermedia para acercar a las dos partes, asegura la fuente de la agencia rusa.
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