Guerra Rusia Ucrania
Piden nueve años de cárcel contra el opositor ruso Iliá Yashin, que denunció los crímenes de guerra rusos
Cometió el presunto delito el pasado 7 de abril al "difundir información falsa" sobre las Fuerzas Armadas de Rusia en un directo en su canal de YouTube.
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La Fiscalía rusa pide nueve años de cárcel contra el dirigente opositor Iliá Yashin por denunciar los crímenes de guerra supuestamente cometidos por el Ejército ruso en el norte de Kiev. Yashin cometió el presunto delito el pasado 7 de abril al "difundir información falsa" sobre las Fuerzas Armadas de Rusia en un directo en su canal de YouTube.
El fiscal, Serguéi Belov, acusó al opositor de "presentar como un hecho probado" los crímenes que habían sido presuntamente perpetrados por soldados rusos en la localidad de Bucha, algo motivado por el "odio político" al Kremlin. También acusó directamente a Yashin de difundir "información hostil" al solo propagar información de los países inamistosos y sus satélites, además de "ayudar al enemigo" al criticar a las autoridades y los medios de comunicación rusos.
Belov puso en duda que los crímenes en Bucha pudieran haber sido ocultados hasta la llegada de los soldados ucranianos cuando "cada persona tiene un teléfono inteligente". Los abogados del opositor aseguraron que la Fiscalía obvió que Yashin citó en su directo tanto a medios rusos como extranjeros, además de los partes del Ministerio de Defensa ruso.
Difusión de información falsa
Recordaron que el artículo 207.3 del código penal castiga la difusión de información falsa sobre el Ejército ruso con diez años de cárcel, además acusaron a la Fiscalía de intentar convertir la vista contra Yashin en un juicio sobre lo sucedido en Bucha.
Cuando empezó el juicio alegó ser "un diputado independiente, crítico con el presidente Putin y contrario a la guerra con Ucrania". Yashin, aliado del líder opositor, Alexéi Navalni, es uno de los pocos políticos críticos con el Kremlin que no ha abandonado Rusia desde que comenzara la "operación militar especial".
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"Lamento mi propia ingenuidad. Mi correligionarios y yo mismo vivíamos en el espejismo y creíamos que se podía cambiar de raíz el sistema de Putin con métodos civilizados", dijo en una entrevista en el diario digital Meduza.
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