Shannon Roche, una joven de 25 años, de Orlando, Estados Unidos, supo que tenía coronavirus después de morder una patata frita con crema agria y cebolla a principios de julio y comprobar que no sabía absolutamente a nada.
Ante esto, la joven fue al baño y se puso su perfume por todo el cuerpo y seguía sin poder oler a nada, al igual que su compañero de piso, que dieron positivo en coronavirus el 8 de julio. Algo que les obligó a hacer cuarentena durante dos semanas en su casa.
Durante estas dos semanas dedicaron su tiempo a comer alimentos de todo tipo y publicarlo en la red social en Tik Tok como si se tratara de una insignia de honor del coronavirus.
En los vídeos se muestran a ambos compañeros tomando salsa picante, jugo de limón, vinagre balsámico, entre otros, con los ojos vendados. Tenían que adivinar que estaban comiendo. Roche confundió la cebolla cruda con apio o una galleta, aunque si identifico el ajo molido "por la textura", indica a 'New York Post'.
Uno de los efectos del coronavirus es la pérdida del olfato y del gusto. Estos efectos pueden ser los únicos que tengan algunos infectados de coronavirus. Unos gustos que vuelven a recuperarse tiempo después de superar el coronavirus.
En el caso de Roche indica que todavía no reconoce muchos sabores e indica que "no puedo saborear los sabores de calabaza, pero puedo saborear mi café helado con caramelo" y señala que no pudo oler a tierra mojada hasta dos semanas después de dar positivo en coronavirus". También admite que sigue sin saborear el alcohol, "tomé vodka y parecía agua" y señala que "fue muy extraño. Hizo que beber fuera mucho más divertido".