Condena
Una policía defiende su inocencia y asegura que no mató a un matrimonio para pagar un viaje a Disney
La mujer policía fue condenada hace dos años a cadena perpetua por matar y robar a un matrimonio con el objetivo de pagar un viaje a Disney para su hija.
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Una mujer fue condenada a cadena perpetua por el asesinato de un matrimonio de jubilados para robarles entre 70.000 y 80.000 dólares. Los hechos ocurrieron en 2019 en Buenos Aires. Años después, Sonia Rebeca Soloaga, ha hablado desde prisión.
Soloaga fue condenada como autora del doble crimen de Alberto Antonio Chirico, de 71 años, y su esposa María Delia Speranza, de 63 años. Su vinculación con el asesinato surgió cuando los detectives del caso descubrieron que ella era la agente de la zona y que había denunciado que la asaltaron cuando circulaba en su coche y que le habían robado una gran cantidad de dinero y su arma reglamentaria.
La Fiscalía dio por probado que Soloaga cometió el crimen. "Primero ejerció violencia sobre ambas personas y con unos golpes consigue que le señalen dónde tenían guardada una suma importante de dinero, entre 70 y 80 mil dólares y entre 50 y 60 mil pesos", explicó la Fiscalía. Después, mató al matrimonio de "un disparo en la cabeza" con una "almohada" para "disminuir el ruido".
El fiscal explicó que el motivo del asesinato había sido una deuda de la expolicía de más de 6.000 dólares que tenía con una empresa por un viaje a Disney que le quería regalar a su hija por su cumpleaños.
Años después, Sonia Rebeca Soloaga habla desde la cárcel a 'Clarín' y mantiene que es inocente entre lágrimas. "Fue todo muy mediático. No se investigó como había que investigar. Me apuntaron a mí y listo. No hubo pruebas en mi contra. Ni huellas, ni cámaras", asegura.
"Yo no tenía una deuda. Si llegaba a pagar lo que me faltaba, mi hija viajaba en julio de 2019. Y si no, lo seguía pagando y mi hija viajaba más adelante, en diciembre o en febrero del año siguiente", explica sobre el viaje a Disney.
"No se investigó como había que investigar"
El arma de Soloaga nunca apareció. Sin embargo, determinaron que las balas eran de la misma. La expolicía explica que "en comisaría hay un registro de qué arma usa cada policía".
Cuando fue detenida, reconoció que había mentido y que no le habían robado la pistola, sino que la había "olvidado" junto al dinero en una estación de servicio. "Si yo no hubiese mentido, no estaría presa", asegura.
La detenida explica que el motivo de la mentira fue que "si pierdes un chaleco antibala te pueden dar hasta 60 días de arresto y te los descuentan del sueldo", pero que "también te pueden echar".
Asimismo, asegura que "nunca entré en la casa" del matrimonio, tal y como afirma la hija del mismo. "Hacía un mes que estaba en esa esquina. Al hombre lo vi tres veces. Si quería tomar café entraba en una peluquería, pero siempre tenía mi equipo de mate", explica.
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