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Una de las causas: El revestimiento inflamable de la fachada
La Policía eleva a 70 los muertos en el incendio de un edificio en Londres
Un bebé, Logan Gomes, que nació muerto, se ha contabilizado como una de las víctimas de la tragedia, que conmocionó a los londinenses y afectó a todo el Reino Unido.
Un total de 70 personas murieron en el devastador incendio ocurrido el pasado 14 de junio en un bloque de viviendas de 24 plantas de Londres, según el recuento definitivo dado a conocer este jueves por la Policía de la ciudad. La Policía Metropolitana de Londres (MET) considera que esa es la cifra final de muertos, después de que se hayan concluido las labores de rescate e identificación de los cuerpos.
El comandante Stuart Cundy informó de que un bebé, Logan Gomes, que nació muerto, se ha contabilizado como una de las víctimas de la tragedia, que conmocionó a los londinenses y afectó a todo el Reino Unido. "El coste humano y la terrible realidad de lo que sucedió en la torre Grenfell ha afectado a mucha gente. Nuestra operación de búsqueda y la investigación vigente están dedicadas a esa gente", declaró el mando policial. "Trágicamente, esa noche 70 adultos y niños murieron, y un bebé nació muerto", explicó el policía, que se comprometió a seguir trabajando por los supervivientes y la comunidad local.
En las horas posteriores al incendio, se calculó que había unas 400 personas en paradero desconocido. Según se pudo comprobar después por las cámaras de seguridad, 223 escaparon del fuego, mientras que otras no estaban en casa cuando se produjo el suceso.
La Policía ha establecido que el incendió en el bloque de viviendas de propiedad municipal, que alojaba a personas de pocos recursos económicos, se desencadenó por un frigorífico defectuoso, pero se propagó con excepcional rapidez debido al revestimiento inflamable de la fachada.
Al margen de la pesquisa policial, el pasado 14 de septiembre empezó una investigación oficial presidida por un juez para determinar las causas y responsabilidades en la tragedia. El incendio de la torre Grenfell, situada en el acomodado barrio de Kensington y Chelsea, expuso la desigualdad social en la capital británica y motivó una investigación en todo el Reino Unido sobre la idoneidad de las medidas de seguridad y antiincendios en los pisos de protección oficial.
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