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A PEDRADAS CONTRA UN CLÉRIGO

La policía indonesia vigila las iglesias cristianas tras los ataques sectarios

Policías y soldados indonesios vigilan las iglesias cristianas del archipiélago tras una oleada de ataques de extremistas en la nación de mayor población musulmana del mundo.

El presidente de Indonesia, Susilo Bambang Yudhoyono, ordenó a la Policía y al Ejército un esfuerzo máximo para frenar los disturbios provocados por los incontrolados. Yudhoyono reaccionó así después de que más de 1.500 personas quemasen ayer dos iglesias y saqueasen un colegio católico en la isla de Java y reclamaran la pena de muerte para un cristiano recién condenado a cinco años de cárcel por blasfemar contra el Islam. "Toda persona debe tener la garantía de sentirse protegida y a salvo sea cual sea su fe, procedencia, raza, ideología o profesión", declaró el presidente indonesio, quien subrayó que esta violencia "debe acabar".

La imagen de Indonesia, país conocido por practicar un Islam moderado, se ha visto empañada por estos disturbios y otros asaltos ocurridos en los últimos meses contra iglesias cristianas e incluso sectas musulmanas. El pasado domingo, un grupo de islamistas mató a machetazos y pedradas a seis miembros de la corriente minoritaria Ahmadiyah en Java, y la Policía no intervino para impedirlo.

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