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EL AGRESOR EXPONE QUE LO HIZO POR SU SEGURIDAD
Un policía de Inglaterra rocía con gas lacrimógeno a un hombre que llevaba a su hijo al hospital
Un policía oficial ha sido detenido tras rociar con un gas sobre un hombre que conducía demasiado deprisa para llevar a su hijo enfermo al hospital. Además, atemorizó al padre golpeándole con una porra.
La Policía de Nottinghamshire ha detenido a PC Graeme Thornhill, un oficial de policía de 34 años, que roció con gas lacrimógeno a un hombre que conducía demasiado deprisa para llevar a su hijo enfermo de anemia al hospital. Además, Thornill atemorizó al padre golpeándole los muslos con una porra y dándole patadas mientras yacía boca abajo sobre el suelo.
Al conocerse los hechos fue despedido de su trabajo y las autoridades determinaron que era culpable por cometer una falta grave al ejercer fuerza excesiva y desproporcionada.
La policía asegura que la víctima estaba llevando a su hijo al médico porque estaba padeciendo dolores insoportables, cuando el agresor le paró por mala conducción, aunque hay fuentes que aseguran que a pesar de que el padre se cambiase de carril, se mantuvo en todo momento dentro de los límites de velocidad.
El agredido explica que le pidió varias veces que le dejase llevar a su hijo al centro sanitario. Sin embargo, el policía ignoró sus peticiones.
"En cuanto le vi me bajé del coche para informarle de que mi hijo estaba enfermo y necesitaba llegar al hospital. Me volví a meter en el coche para seguir mi camino y de repente PC Thornhill me abrió la puerta poniendo las manos para que no pudiese cerrarla. Entonces le pregunté: ¿Estoy arrestado? y él dijo: No, no lo estás, y empezó a gritar: ¡Sal del coche. Yo le seguía diciendo que no podía, que mi hijo estaba sufriendo una crisis y necesitaba llevarlo al hospital, pero él hizo oídos sordos y me agarró del brazo derecho. Entonces empecé a salir del coche y el policía comenzó a rociarme la cara con gas lacrimógeno y a golpearme con una porra", contó la víctima.
"En el transcurso del suceso el padre mostró un comportamiento muy agresivo que ponía en riesgo mi seguridad. Le rocié gas lacrimógeno para velar por mi seguridad, pues a pesar de que le dije en numerosas ocasiones que saliese del coche, él se negó a hacerlo empleando malas formas. Era lo último que quería hacer, pero me quedé sin opciones y decidí sacarlo del coche a la fuerza", dijo Thornill.
Sin embargo, las autoridades policiales han catalogado la actuación de Graeme Thornill como inadecuada y tras esposarlo, han decidido despedirlo de su trabajo, según informa Daily Mail.
"Hemos tenido que trabajar duro para recuperar la confianza de los afectados por este incidente. Las acciones de PC Thornhill son un descrédito a la fuerza y a los compañeros que trabajan por mantener nuestras comunidades seguras", el comisario Paul Murphy, titular de la Dirección de Normas Profesionales de la Policía de Nottinghamshire.
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