La Policía italiana ha detenido a un hombre de 50 años que tenía secuestrada a una mujer de 29, a la que violaba y torturaba diariamente desde hace una década. La víctima es una chica rumana que llegó a Italia cuando tenía 19 años con el objetivo de cuidar de la excompañera del que más adelante sería su raptor. Al morir la mujer, sin embargo, su vida se convirtió en un calvario, ya que el hombre la sometió durante una década a todo tipo de tormentos.
Con solo 19 años, la joven se encontró sola en un país desconocido en el que apenas conocía el idioma. Por eso, confió en el hombre que le prometió un hogar y cuidado. Pero sólo fue un engaño. Desde 2007, el hombre la metió en el sótano sucio de una vivienda cercana a la localidad de Gizzeria, prohibiendo toda relación social y obligándola a sufrir todo tipo de violencia sexual. Una pesadilla que se volvió cada vez peor con el paso del tiempo.
Para evitar que escapara, el hombre cerraba la puerta con una gran cadena, obligando a la joven a vivir en un ambiente pequeño e insalubre, infestado de ratones e insectos. No tenía ni agua ni luz, los retretes estaban hechos de cubos de basura y las camas eran sólo de cartón.
Según informa el diario italiano 'Reppublica', con ella también había dos niños, una niña de 3 años y un niño de 9 años, nacidos sin ninguna ayuda de la violencia sexual sufrida. Incluso durante los dos embarazos, a la joven nunca se le permitió ver a un médico. Del mismo modo, ningún médico ha tratado nunca las heridas y lesiones causadas por la violencia cotidiana y era el propio agresor el que suturaba las heridas más graves con hilo de pescar.
Lejos de cesar, la violencia fue aumentando con el paso del tiempo, y según cuenta la propia víctima a los investigadores, el niño mayor fue forzado a participar en la brutal tortura infligida a su madre.
Precisamente las condiciones del niño son las que alarmaron a los investigadores y permitieron su liberación junto con su madre y su hermana. Detenido en el coche junto con su padre durante un control de carretera, el niño llamó la atención de los carabineros porque estaba demasiado sucio y demasiado mal vestido. Los militares exigieron ver dónde vivía y hablar con su madre. Allí encontraron a la mujer, que apareció como "esclava de su amo". Después de años de cautiverio, casi no parecía ser consciente de las condiciones profundamente degradadas en las que se vio obligada a vivir.
La mujer y sus dos hijos han sido colocados en un área protegida, mientras que el hombre ha sido detenido mientras la víctima que le cuenta los detalles de su secuestro a los magistrados.