El hombre, "potencialmente violento" y psicológicamente inestable tiene 42 años, parece identificarse con Breivik y fue puesto en libertad el pasado lunes después de haber atacado una comisaría de la policía, informaron las fuerzas de seguridad.
No obstante, la policía reconoció que no hay ninguna conexión evidente entre el presunto admirador de Breivik y los ataques del pasado viernes, en los que murieron 76 personas en el distrito gubernamental de Oslo y en un campamento juvenil de una isla próxima a la capital.
Breivik, un noruego de 32 años, es un ultraderechista próximo a fundamentalistas cristianos y profundamente islamófobo, como demuestra su "manifiesto", de 1.500 páginas, en el que expone sus tesis.